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Oso pardo (Ursus arctos) Animales en peligro

Oso pardo
España
Filo Chordata
Clase Mammalia
Orden Carnívora
Familia Ursidae
Status UICN ver 3.1 Preocupación menor
Status CITES Apéndice II

U.I.C.N. - Mínima preocupación

Nombre científico: Ursus arctos (Linnaeus, 1758)

Descripción general y características

Los osos cantábricos muestran en general un patrón de coloración característico con patas negruzcas, cara pardo-amarillenta, flancos grisáceos y cuartos traseros pardo-oscuros.

Las crías en su primer pelaje suelen presentar un collar blanquecino alrededor del cuello, marca que habitualmente desaparece a partir de la primera muda al año de edad.
Mientras que la visión no la tienen muy desarrollada, sí que pueden presumir de tener un oído muy agudo y desarrollado, y un olfato excelente.

Mide de 1,6 a 2 m. desde el hocico a la base de la cola, con una altura en la cruz de 0,9 a 1 m.

El peso varía bastante entre sexos, pesando los machos un media de 115 kg, y las hembras 85 kg.

En libertad viven una media de 25 a 30 años, aunque en cautividad han llegado a vivir 47 años.

Hábitat y distribución geográfica

Es un animal forestal que utiliza especialmente robledales, hayedos y abedulares en la Cordillera Ibérica, y robledales, hayedos, bosques de pino negro y abetales en los Pirineos.

En España sin embargo, donde la cobertura forestal es de las más reducidas de las de su área de distribución continental (entre el 25 y 50%), los osos también hacen uso frecuente de matorrales y formaciones arbustivas, roquedos y pastizales. El rango de altitud utilizado, entre 300-2.300 m, es prácticamente todo el disponible.

Actualmente a nivel mundial está distribuido por amplias zonas de Europa, Asia templada y norte de America pero con una población desigual y fragmentada en pequeños núcleos. A nivel de la Península, antiguamente la ocupaba toda pero desde el s. XVIII los núcleos galaico-cantábricos y pirenaicos (incluyendo el Prepirineo) son los únicos existentes. En el Pirineo se ha introducido ejemplares procedentes de Eslovenia.

Causas de disminución

A pesar de que parece que la tendencia de la población es de aumentar en la Cordillera Cantábrica, las amenazas han sido y siguen siendo importantes:

La recuperación de osas reproductoras es lenta.

Existe falta de conexión entre subpoblaciones y los consecuentes riesgos de la baja diversidad genética (Palomero et al., 2006)

Mortalidad asociada al hombre por disparos y lazos de acero ilegales (aunque esta parece estar disminuyendo)

Muy importantes son las molestias y la pérdida de hábitat (Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza, 1999)

Construcciones de nuevas infraestructuras viarias a pesar de que toda su área de distribución está incorporada a la red Natura 2000 y de que se está avanzado en el proceso de incorporación a las redes autonómicas de Espacios Naturales Protegidos.
En poblaciones muy pequeñas, incluso problemas aleatorios e imprevisibles de la naturaleza pueden poner en peligro a la población.

Medidas de conservación

En España está protegido desde 1973 y las comunidades autónomas están obligadas por tanto a elaborar y aprobar Planes de Recuperación. En el Pirineo sin embargo sólo Navarra ha aprobado su Plan de Recuperación en 1996, pero a lo largo de 2006, se viene elaborando la Estrategia para la conservación del oso pardo en los Pirineos.

El Ministerio de Medio Ambiente aprobó en 1999 la Estrategia para la conservación del oso pardo cantábrico para reducir la mortalidad no natural, conservar y mejorar el hábitat, asegurar la conectividad entre poblaciones y núcleos de población y garantizar el apoyo público a su conservación.

Numerosas Administraciones y ONGs especializadas han desarrollado medidas de conservación fundamentales para invertir la tendencia negativa y consolidar el crecimiento demográfico.

La explotación de las montañas para uso turístico no sostenible e incompatible con la presencia del oso, (como estaciones de esquí), deberían sustituirse por proyectos de desarrollo socioeconómico compatibles con los valores naturales y la conservación del oso.

Los daños ocasionados por osos en los colmenares y en la ganadería, sobre todo de ovino, son indemnizados por todas las administraciones autonómicas concernidas.

La conservación de los grandes carnívoros además necesita de un apoyo social, que en el caso del oso pardo en la Cordillera Cantábrica es elevado, mientras que en los Pirineos es un problema insuficientemente resuelto, por lo que deben incrementarse las medidas de educación y participación pública en este aspecto.