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Imágenes
de ballenas registradas
por una crittercam
a bordo de una tercera
ballena. |
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Un
científico
coloca una crittercam
a un león en
Kenya. |
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Una
tortuga marina de
Costa Rica lista para
convertirse en camarógrafa. |
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Un
pingüino se apresta
a sumergirse en las
heladas aguas del
ártico con
una crittercam sobre
su lomo. |
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¿Cómo
estudiar el comportamiento animal
sin que la presencia del investigador
interfiera con el objeto de
estudio? Para Greg Marshall,
biólogo especialista
en ciencias marinas y realizador
cinematográfico de National
Geographic, la respuesta surgió
espontáneamente en 1986,
cuando buceaba en las templadas
aguas caribeñas que rodean
a Belice.
"De repente, un tiburón
apareció de la nada y
se acercó a mí.
Durante unos segundos me observó,
para luego alejarse nadando
de vuelta a su mundo. Mientras
se iba, vi que lo acompañaba
una rémora (un pez que
se alimenta de sus parásitos),
y pensé qué bueno
sería que llevase una
cámara para mostrarnos
cómo es la vida del tiburón",
recuerda Marshall.
Con la estilizada forma de una
rémora en mente, este
biólogo norteamericano
desarrolló una diminuta
cámara de video a la
que apodó crittercam
, capaz de tomar imágenes
y sobrevivir en los sitios más
extremos del planeta. Estas
son la materia prima de la serie
"Microcámaras: aventuras
tecnosalvajes", que emite
National Geographic Channel
(los martes, a las 21).
"Lo que hace únicas
a las crittercams es que han
sido diseñadas para estudiar
el comportamiento de los animales
salvajes, permitiéndonos
filmarlo desde la propia perspectiva
de los animales", dijo
Marshall, en una comunicación
telefónica desde su casa,
en Washington, Estados Unidos.
Adosada al lomo de un pingüino
que nada debajo de los hielos
del ártico o colgada
del cuello de un león
que se pasea por las llanuras
de Kenya, esta sofisticada cámara
nos permite ser espectadores
de la vida cotidiana de estos
y otros animales sin que ellos
siquiera lo noten. Una suerte
de reality show animal filmado
por inadvertidos camarógrafos
que nadan impulsados por aletas
o caminan en cuatro patas.
-¿Cómo fue la
primera experiencia con estas
cámaras?
-Fue realmente frustrante. El
primer animal al que le colocamos
una crittercam fue una tortuga
marina. Una vez que le pusimos
la cámara sobre el caparazón,
el animal se sumergió
con mi sistema... y desapareció.
Transcurrieron dos semanas hasta
que la tortuga fue vista en
una playa diferente, pero de
la cámara no volvimos
a tener noticias.
-¿Cuál fue el
animal más difícil
de convertir en camarógrafo?
-Bueno, veamos, creo que debería
decir que son las ballenas jorobadas
los más difíciles,
y por mucho. La razón
principal es que se sumergen
muy hondo: suelen nadar a más
de dos kilómetros y medio
de profundidad, lo que genera
una tremenda presión.
El desafío era cómo
evitar que la cámara
colapsara, lo que nos llevó
a desarrollar cubiertas muy
especializadas que las protejan
de la presión.
Por otro lado, estas ballenas
son muy voluminosas y tienen
la reputación de destruir
embarcaciones. Cómo se
acerca uno a un animal de 16
metros de largo y 40 toneladas
de peso en forma segura era
una gran incógnita. De
modo que tuvimos que desarrollar
tambien una nueva forma de acercarnos
a los animales.
-¿Cuánto tiempo
filma cada animal al que le
colocan la cámara?
-Todo el sistema de la crittercam
es controlado por un microprocesador
que puede ser programado para
que filme por el tiempo que
queramos. Eso depende de las
preguntas que motivan la investigación.
Te podría contar cuál
fue la filmación más
corta y cuál la más
larga. La más corta duró
apenas 12 segundos. Colocamos
la cámara en una ballena
jorobada que inmediatamente
se sumergió; segundos
después la cámara
subió sola hasta la superficie.
Había sido un trabajo
muy duro colocarla, pero valió
la pena: nos permitió
observar la interacción
con otra ballena que la acompañaba.
Por el contrario, la filmación
más extensa la realizó
una morsa. Su cámara
filmó durante tres meses,
mucho más de lo que habíamos
planificado; lo que sucedió
es que luego de haberle colocado
la cámara la morsa simplemente
se fue y tardamos todo ese tiempo
en encontrarla. Trabajar con
animales salvajes es así:
les colocamos la cámara,
ellos se alejan y todo lo que
podemos decir es buena suerte.
-¿Cuál es el comportamiento
animal más relevante
desde el punto de vista científico
que descubrieron con estas cámaras?
-No hay dudas de que es el estudio
de las focas monje hawaianas.
Hasta que realizamos nuestra
investigación con las
crittercams, el área
de protección de estas
focas eran las aguas bajas del
atolón donde habitaban,
pues la gente veía que
allí se alimentaban.
Sin embargo, las mismas focas
nos mostraron a través
de las imágenes de las
crittercams que en realidad
no se alimentaban en esas aguas,
sino que su principal fuente
de alimento estaba en aguas
más alejadas y más
profundas del atolón.
Esas aguas estaban en estado
crítico y a partir de
nuestro descubrimiento han sido
demarcadas como áreas
protegidas.
Fuente:
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