Lamentable, el año 2020 abre se inicia con la confirmación de una nueva especie extinta: el pez remo gigante chino (Psephurus gladiusde) de hasta siete metros de largo. El conocido como el «rey de los peces de agua dulce» no daba signos de vida, pero los científicos disponer de pruebas más claras antes de darlo por perdido.
De hecho la IUCN lo catalogaba como «En peligro crítico de extinción» (CR) documentando el último avistamiento el 24 de octubre de 2009-
Recientemente en la revista Science of the Total Environment explica en un estudio publicado que esta especie sufrió un claro descenso desde 1970 como resultado de la sobrepesca y la fragmentación de su hábitat. Además, en 1981, se construyó la presa Gezhouba, que dificultó los hábitos migratorios de un animal que nadaba río arriba para reproducirse y para luego bajar para alimentarse. Y las fechas son coincidentes, dado que entre desde 1981 y por 22 años fue observado solo un par de centenas de veces, siendo el 92,5% de los avistamientos anteriores a 1995. Fue justamente a partir de 1996 que la IUCN lo declaró en peligro crítico de extinción, según la lista roja que elaboran-
En 2003 se construyó el embalse de las Tres Gargantas, que es la planta hidroeléctrica más grande del mundo en extensión y en capacidad instalada (22.500 MW) y la segunda mayor del mundo en producción de energía. Esta presa empeoró la situación hasta acabar con los últimos ejemplares del pez remo que ya no hallaron nuevos lugares de incubación.
El informe de los investigadores del Laboratorio de Conservación de la Biodiversidad en Agua Dulce del Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales de la República Popular China confirma que la especie ha desaparecido por completo, probablemente en 2010. Durante las exhaustivas investigaciones llevadas a cabo por toda la región, los expertos identificaron 322 especies de peces distintas pero ninguna de ellas era un pez remo.
La zona del río Yangtsé ha tenido un intenso desarrollo económico desde la década de 1950, con más de 40 ciudades a lo largo de sus orillas. Produce el 40% del producto interior bruto de China y sostiene un tercio de su población. Es justamente como consecuencia de este crecimiento en favor del desarrollo humano, que el cuidado y preservación de los animales ha pasado a un plano secundario. En esta zona, más de 70 animales acuáticos están catalogados como especies protegidas a escala nacional o internacional. Pero con tanta expansión industrial, y con la consecuente contaminación de las aguas, el ecosistema del río Yangtsé estaría a punto de colapsar, según se desprende de este estudio que apunta a optimizar los esfuerzos para conservar una fauna que lo necesita con urgencia.
A Carles Lalueza-Fox, investigador español del Instituto de Biología Evolutiva de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), no le sorprenden este tipo de alertas y manifiesta: «Me temo que estas notificaciones cada vez serán más frecuentes y en cierta forma muestran los límites de los esfuerzos conservacionistas tradicionales», opina. «Aunque las aguas de los ríos chinos han mejorado en calidad en los últimos dos o tres años, gracias a esfuerzos gubernamentales, esta mejora parece haber llegado tarde no solo para este pez, sino también, por ejemplo, para el baiji, el delfín del Yangtsé, declarado extinto en 2006», prosigue. Tras esta desaparición y la del sábalo chino en 2015, el Gobierno del país asiático prohibió la pesca comercial durante 10 años, pero sigue sin ser suficiente.
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