El estudio del reino vegetal requiere de un método para clasificar las distintas formas de vida. La clasificación en uso es la de Carl von Linné, que se basa tanto en los rasgos visibles de la planta como en las características específicas de su estructura. Según esos criterios, todas las plantas se agrupan en dos grandes divisiones: las inferiores y las superiores.
Plantas inferiores
La primera gran división del reino vegetal está constituida por las plantas inferiores, que se caracterizan por no tener flor ni semilla. En sistema de reproducción más generalizado en ellas -por medio de esporas que se desprenden de la planta madre- hace que también se las conozca como esporofitas.
Las inferiores se distribuyen en tres subdivisiones: talófitas, briofitas y pteridofitas. La subdivisión de las talófitas comprende las algas pluricelulares, que se desarrollan en medios acuáticos o húmedos.
A su vez, las diferentes clases de algas se diferencian entre sí por su forma y color, y las principales son las rojas, las verdes y las pardas. Asimismo, este primer grupo no presenta una división clara entre hojas, tallo y raíz; en su lugar tienen una única estructura fibrosa llamada talo.
Las briofitas, sin llegar a diferenciar sus partes, están más desarrolladas que las anteriores, ya que constan de un órgano similar a una raíz llamado rizoide, un tallo con células diferenciadas y pequeñas hojuelas, en donde se realiza la fotosíntesis (proceso de la planta que transforma la energía solar en energía aprovechable para su crecimiento). Las briofitas se subdividen en dos clases: hepáticas – poco evolucionadas- y musgos.
Por su parte, las pteridofitas, en épocas geológicas, predominaron sobre otras formas de vegetación, con notable cantidad de especies arbóreas. Entre las actuales se encuentran los licopodios, de tallos rastreros; los equisetos, de tallos nudosos, y los helechos. Estos últimos son las plantas inferiores más evolucionadas, con raíz, tallo y hojas visiblemente diferenciados.
Pteridofitas: Los helechos, con sus más de 9.000 especies, son las pteridófitas más evolucionadas. Poseen esporas que se observan a simple vista como puntos oscuros en el reverso de las hojas.
Talófitas: Las algas integran la subdivisión de las talófitas dentro de la gran división de las plantas inferiores.
Briófitas: Todas las especies de musgos pertenecen a la subdivisión de las briofitas, primeras plantas con rizoides, tallos y hojuelas diferenciados.
Plantas superiores
La característica esencial de las plantas superiores es que poseen flor y, por consiguiente, semillas. Su mecanismo reproductivo es, pues, diferente al de las inferiores. También reciben el nombre de espermatofitas por tener visibles sus órganos reproductores. Se subdividen en gimnospermas y angiospermas.
Las gimnospermas presentan semillas sin envoltura exterior, colocadas entre escamas, a veces superpuestas; su ejemplo más conocido es el de las piñas de los pinos y abetos. Estos árboles y otros semejantes pertenecen al orden de las coníferas.
En las angiospermas, la otra subdivisión de las superiores, las semillas se hallan protegidas dentro de un órgano llamado ovario, cuyo desarrollo genera el fruto. Se subdividen a su vez en dos clases, según la estructura de la semilla: monocotiledóneas, en las que el embrión no está dividido, y dicotiledóneas, con embrión dividido en dos cotiledones o primer par de hojas.
Monocotiledóneas: Las semillas de las monocotiledóneas poseen un solo cotiledón, de ahí el nombre de esta clase.
Dicotiledóneas: Todas las semillas de las plantas dicotiledóneas, generan primero una plántula con dos cotiledones o pequeñas hojas que tienen sustancias de reserva utilizadas durante la germinación.
Gimnospermas: En las gimnospermas, los óvulos se transforman en semillas y los ovarios en frutos. Esta subdivisión, la más variada entre los vegetales, abarca unas 250.000 especies. Los pinos y otras coníferas son gimnospermas, plantas con semillas descubiertas.Todas las semillas de las plantas dicotiledóneas, generan primero una plántula con dos cotiledones o pequeñas hojas que tienen sustancias de reserva utilizadas durante la germinación.