Algunos animales marinos recurren a métodos realmente originales al momento de defenderse de un ataque. Probablemente el más eficiente de éstos métodos consista en la generación de «falsos ojos».
Los pulpos, por ejemplo, son animales sumamente inteligentes que generalmente viven encuevados pero, al salir a cazar a sus presas se ven expuestos al ataque de sus predadores. Es por eso que han desarrollado algunos métodos de camuflaje como por ejemplo tomar el color del fondo en el que se posan, cosa que hacen casi instantáneamente al momento de tomar contacto con él.
Pero, en ocasiones el fondo puede ser sumamente liso y, a pesar de tomar su color los pulpos son descubiertos. Para solucionar éste inconveniente algunas especies «dibujan» sobre su piel dos manchas redondas de color negro. Los predadores, animales que prácticamente carecen de inteligencia y que accionan por instinto ven, en éstas dos manchas negras dos ojos que los miran con expresión terrorífica.
Teniendo en cuenta que el tamaño de la boca suele ser proporcional a los ojos el inofensivo pulpo toma ahora la apariencia de un animal sumamente peligroso. Esto genera una gran confusión entre los predadores, confusión que el pulpo aprovecha para huir.
Muchos otros animales emplean los «falsos ojos» como los peces mariposa que suelen tener una raya negra que esconde su ojo verdadero y una mancha redonda a la altura de la cola representando un ojo de mayor tamaño. Tal vez este ojo no se vea tan terrorífico pero la forma del pez y la mancha negra contribuyen para confundir al predador sobre de qué lado está la cabeza, punto de ataque.
Además los predadores no atacarán directamente al pez sino que dirigirán su ataque unos centímetros adelante de éste, pensando que al sentirse atacado iniciará la huida y podrán entonces cortarle el camino
De hecho la sorpresa se da cuando el pez mariposa huye… pero para el otro lado. En este caso un segundo de duda salva la vida de la víctima que se esconderá entre las rocas del fondo a tiempo de evitar un segundo ataque.
«No se puede defender lo que no se ama y no se puede amar lo que no se conoce»