Con frecuencia los grupos ecologistas de todo el mundo tienen que emplear métodos originales y curiosos para lograr su objetivo. Tal es el caso de la Sea Turtle Conservation Network de California quien ha requerido del Vaticano una posición oficial para declarar a la carne de las tortugas marinas como «carne roja».
Este extraño pedido se basa en el hecho de que la Semana Santa es una fecha especialmente dura para las tortugas marinas de Baja California. Este período supone para los cristianos dejar de lado ciertas costumbres alimenticias, como la de comer carne. Debido a que las tortugas marinas nadan en el mar en muchos lugares se la considera dentro de la categoría «peces». A pesar de que la captura y el consumo de tortugas en México fue prohibido hace una década, el mercado negro presiona a los pescadores para seguir capturando ilegalmente estos reptiles que se convierten en un plato típico de esta epoca. Se calculan que más de 5.000 tortugas marinas fueron capturadas para su consumo durante la cuaresma.
Se espera, entonces que con la intervención del Sumo Pontífice se logre reducir el número de tortugas sacrificadas en este período al dejar zanjada la ridícula cuestión de que sea considerada como «carne de pescado». Cada año más de 35.000 tortugas marinas son sacrificadas a lo largo de la costa de Baja California, haciendo de estas aguas las más peligrosas del mundo para estos hermosos animales que esperan ahora la palabra oficial del Vaticano, antes de que sea necesario un milagro para evitar su extinción.
«No se puede defender lo que no se ama y no se puede amar lo que no se conoce»