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Las aguas están vivas

Medusas

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Las medusas, que gozan de muy mala fama entre los seres humanos, habitan en casi todos los mares del planeta. El cuerpo de estos animales está conformado por un 98% de agua, de ahí que reciban el nombre de «agua viva».

Hay unas doscientas especies de medusas, de las formas más diversas. Su cuerpo está constituido por una masa principal en forma de campana de la que cuelgan grupos de tentáculos en torno a cientos de hilos individuales. Mientras que algunas especies llegan a alcanzar un tamaño máximo de dos centímetros hay otras como la Cyanea arctica que alcanza un diámetro de campana de 2,5 metros y sus tentáculos pueden medir hasta setenta metros de largo.

La naturaleza exacta de la toxina de los tentáculos de la medusa, que no es mortal para los seres humanos todavía es un misterio. Pero sí se ha comprendido el mecanismo mediante el cual la inyecta. Para ello usa capas de nematocistos en su piel para paralizar y matar a sus presas. Cuando toma contacto con la piel de un pequeño pez, los nematocistos se contraen repentinamente, a razón de veinte metros por segundo, expulsando varios proyectiles. Uno es un filamento que se enrosca y se pega en torno a cualquier protuberancia que toque.

Las funciones del nematocisto son semejantes a las del arpón ballenero. Un tubo barbado toca a la presa y penetra en su piel, el veneno entra a la herida por los poros del tubo, entonces se contraen los tentáculos llevando a la presa hacia la boca de la medusa donde unos tentáculos orales especiales conducen el alimento a la cavidad interna.

Si bien la mayoría de las medusas son inofensivas para el ser humano y otras tantas sólo causan una fastidiosa sensación de quemadura, siempre es conveniente mantenerse a distancia de estos extraños animales. De todos modos es una atracción especial para un buzo poder verlas deslizándose por el fondo con sus movimientos ondulantes, bailando una danza cargada de sensualidad. Agua que se mueve dentro del agua, la vida que se abre paso y se manifiesta de variadas formas.

«No se puede defender lo que no se ama y no se puede amar lo que no se conoce»