El pez mandíbula de cabeza amarilla es un habitante común de los fondos arenosos cercanos al coral. Es frecuente verlo erguido verticalmente a la entrada de una pequeña cueva que él mismo cava en el sustrato arenoso. Ante la menor amenaza se introduce en ella con la cola primero, dejando sobresalir sólo la cabeza o hundiéndose por completo.
En ocasiones se puede ver a un macho como el de la foto transportando en su boca una puesta completa de huevos a los que está incubando. Este pequeño pez de no más de 10 cm de longitud suele ser confundido por los buzos con un gobio cuando en realidad se trata de un blenio científicamente conocido como Opistognathus aurifrons. Se conoce realmente muy poco sobre la vida y la reproducción de estos blénidos.
En una ocasión, en las cercanías de la Isla de Bimini, en Bahamas, tuve la oportunidad de encontrarme con un ejemplar de pez mandíbula bastante confiado. Al ir acercándome se introducía pocos centímetros en el agujero para salir casi inmediatamente a mirarme. Luego de ganarme su confianza el animal me permitió posarme muy cerca de su refugio, aprovechando una distracción logré tapar el agujero con un dedo antes de que se introduzca. El pez dudó un par de segundos y salió disparado por el fondo con un rumbo definido. A diez metros de distancia se encontraba otro blenio en la puerta de su cueva que al ver venir a su vecino perseguido por un buzo se escondió inmediatamente. Para mi sorpresa el pez mandíbula que yo perseguía se introdujo también en el mismo agujero.
Regresé entonces al orificio original que había tapado con el dedo e introduciendo un pequeño alambre pude constatar que medía unos 30 cm. de largo. ¿Por qué el pez mandíbula cavaba un refugio de tres veces su tamaño? Esta pregunta puede tener varias respuestas. Tal vez se trate de un simple sentido cooperativista de dar refugio a un vecino en problemas. Tampoco hay que descartar la posibilidad de un método de defensa, el depredador que quiera capturarlo deberá cavar veinte centímetros de arena.
O tal vez tenga relación directa con la reproducción de estos peces. De ser así podríamos aventurar que en la época reproductiva el macho recibe en su agujero la visita de una hembra. Entonces el macho se introduce en el orificio liberando esperma. La hembra se introduce detrás de él, también con la cola primero liberando los huevos que son fecundados por la esperma en el interior del agujero y protegidos de los depredadores. Los huevos, al tener mayor peso que el agua caen hacia el fondo donde el macho simplemente espera con la boca abierta. Una vez realizada la puesta la hembra se retira y el macho queda a cargo de los huevos, saliendo a la puerta del refugio para ventilarlos y proveerles agua limpia pero escondiéndose con ellos ante la menor amenaza. Si bien esto es simplemente una teoría personal la encuentro muy lógica ya que no puedo explicarme la forma en que el macho pudiera recoger los huevos dejados por la hembra en el fondo sin perder los que ya tiene en la boca.
Mientras el macho incuba a los pequeños huevos le aparecen dos manchas negras a los costados de la cabeza, tal vez un aviso a otras hembras de que el ya posee una puesta y que deberían buscar nuevos refugios. Al cabo de pocos días nacerán los pequeños alevines que vagarán por el fondo. Tres días después del nacimiento cavarán sus propias cuevas cercanas al terreno ocupado por sus padres. Los misterios del mar suelen ser muchos y muy complejos y casi siempre la respuesta a una pregunta traerá consigo una cantidad considerable de preguntas nuevas. Tal vez eso lo haga tan apasionante.
«No se puede defender lo que no se ama y no se puede amar lo que no se conoce»