Los cordados se dividen en tres grandes grupos: cefalocordados, urocordados y vertebrados. Todos estos animales presentan, al menos en alguna etapa de su desarrollo, una estructura que sirve de sostén llamada notocordio. Además, poseen un cordón nervioso hueco que se desarrolla en la zona dorsal -la espalda- por encima del notocordio. Eso los diferencia de tras formas animales, en las que el sistema nervioso está en la zona del vientre. Cuentan también con una faringe, porción del tubo digestivo que, por presentar hendiduras branquiales, interviene también en la respiración. Por último, todos los cordados poseen una cola posterior al ano formada por bloques musculares.
Cefalocordados y urocordados
De los cefalocordados se conocen sólo 28 especies. Son animales marinos de zonas tropicales. Su notocordio es firme pero flexible. Son los primeros animales que presentan faringe, una porción inicial diferenciada del tubo digestivo que sirve también para la respiración. Poseen ano y una cola compuesta por bloques musculares. El más conocido es el branquiostoma, un veloz nadador, de forma similar a la de una aguja de bordar.
Los urocordados abarcan unas 1.300 especies, que habitan en los océanos. Se los conoce también como tunicados, porque en la adultez su cuerpo está revestido por una capa o túnica transparente o translúcida. Esa capa contiene celulosa y cumple una función protectora. Las larvas poseen las características propias de todos los cordados. Los adultos, en cambio, adoptan la forma de tubo, sin notocordio, cola ni cordón nervioso dorsal, y se hacen sésiles, lo que significa que se fijan al fondo marino y mueven sólo la parte libre del cuerpo.
Según las especies, crecen dispersos o se asocian en colonias; el grupo más conocido es el de las ascidias. Los zoólogos piensan que los vertebrados más antiguos se originaron de larvas de urocordados, que retuvieron muchas de las características que estos animales pierden en la adultez
Los urocordados o tunicados abarcan, aproximadamente, unas 1.300 especies que habitan en los océanos. El nombre de tunicados se debe a que en su adultez se revisten con una túnica traslúcida.
Los cefalocordados son animales marinos que habitan en zonas tropicales, y de los cuales, hasta el momento, sólo se conocen 28 especies. El branquiostoma es el más conocido.
Los vertebrados
Constituyen el grupo más numeroso de los cordados, ya que comprenden 41.700 especies. En estos animales el notocordio está presente desde la etapa embrionaria y, en la mayoría, es paulatinamente reemplazado por un tejido llamado cartílago y luego por hueso, dando lugar a la columna vertebral.
Los vertebrados se dividen en peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos. Los peces son acuáticos; los anfibios tienen una etapa acuática y otra terrestre; los reptiles, aves y mamíferos viven, por lo general, en tierra. Sin embargo, algunas especies de éstas tres últimas clases se han readaptado tan bien a la vida acuática que sólo necesitan volver a tierra para aparearse y reproducirse (pingüinos, focas, tortugas marinas), y otras, ni siquiera en esas ocasiones (ballenas, delfines).
La estructura de la columna de los vertebrados consiste en una serie de vértebras, huesos cortos que se desarrollan uno junto a otro. La alineación de las vértebras forma un espacio hueco continuo, en el que se encuentra bien protegida la médula espinal. Entre una vértebra y la siguiente surgen formaciones fibrosas llamadas discos, compuestas de cartílago. Esta estructura proporciona gran flexibilidad a la columna vertebral.
Los órganos centrales del sistema nervioso están protegidos a su vez por una especie de caja llamada cráneo, formada por huesos ensamblados.
El cuerpo de los vertebrados es en general alargado, y se divide en cabeza, tronco y cola.
En la cabeza se distinguen la boca y los ojos, y, protegido dentro del cráneo, se encuentra el cerebro.
Los aparatos digestivo, circulatorio y respiratorio, muy perfeccionados respecto de otros grupos de animales, se encuentran en el tronco.
Normalmente, la cola es la parte final de la columna y está muy desarrollada.
Todos los vertebrados poseen prolongaciones del cuerpo adaptadas a la locomoción, que pueden ser de dos tipos: aletas y quiridios. Las aletas son típicas de las formas acuáticas y los quiridios son dos pares de extremidades que tienen los vertebrados de tierra (llamados tetrápodos, es decir, de cuatro patas).
La facultad de volar es propia de la mayoría de las aves y de algunas especies de mamíferos, como los murciélagos.
Algunas clases de vertebrados son poiquilotermas, es decir que su temperatura corporal varía según el medio. Son los llamados vertebrados de sangre fría. Otros son homeotermos, de temperatura constante, mantenida por el metabolismo del animal y por una variada serie de estructuras -pelos, plumas, grasa- que permiten conservar el calor del cuerpo.
La reproducción en los vertebrados es sexuada: la unión del macho con la hembra da origen al huevo o cigoto.
En los animales vivíparos, como los mamíferos, el feto se desarrolla dentro del útero de la hembra, y sale al exterior totalmente formado.
Los peces, los anfibios, los reptiles y las aves son ovíparos u ovovivíparos.
En los ovovivíparos, el huevo prosigue su desarrollo en una estructura corporal materna, y la ruptura se realiza en el trayecto de su expulsión, o luego de ella.
En los ovíparos, el desarrollo del embrión se realiza fuera del cuerpo de la madre, pues ésta expulsa el o los huevos poco después de ser fecundados, por lo que en general, requiere de cuidados de uno o ambos progenitores, para lograr su desarrollo.