Corría
enero, una sequía abrasadora
asolaba la mayor parte del territorio
Misionero, los arroyos casi secos,
el monte con peligro de incendiarse,
todo el mundo sabía que una
chispa podía causar un desastre,
la prohibición de hacer fuego
era lógica, ya en San Pedro
el año anterior, después
de las heladas de julio, hubo incendios
que comenzaron en los pastizales secos
y se propagaron hacia la Reserva de
Araucarias causando mucho daño.
Para muestra un botón, dirían
algunos.
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Gran sorpresa cuando
desde la Ruta 14 a la altura de Paraíso,
vemos elevarse hacia el cielo columnas
de humo en plena serranía selvática,
preguntamos en el pueblo, (que poco
tiene de paradisíaco), la causa
del humo:son los intrusos
nos dijeron, se meten en una
propiedad, hacen rosado, queman, limpian,
plantan porotos o maíz y a
los cuatro o cinco meses le venden
la ocupación a otro por $1.000
o por una yunta de bueyes y se van
a ocupar otra tierra mas adelante,
repitiendo la operación, ¡viven
de eso! ¡igual que en Brasil!
Nos quedamos muy
mal, se estaba destruyendo patrimonio
natural y en pleno Corredor Verde
y como si no los vieran, nadie hacia
nada. Pasaron los meses, esta vez
en Agosto, con bastante frío,
llovió, salió el sol,
decidimos con mi esposa Adelaida y
Ramón el Guadaparques de la
Reserva Yaguaroundí ir a llevarle
ropas y calzado que nos dieron amigos
de Buenos Aires, para los Guaraníes
del poblado Guavirá Poty, tomamos
el camino frente a Paraíso
guiados por un cartel que reza
a Capilla Santa Rita hicimos
un par de kilómetros y comenzamos
a observar los resultados del humo
que viéramos en el verano,
un sector tras otro arrasados por
gente que con motosierras estaban
haciendo tablas de los árboles
tumbados y el piso como pintado de
negro por los restos de lo que antes
fuera el sotobosque, las orquídeas
y los nidos de pájaros, en
medio de esa desolación, se
levantaban unas carpitas de plástico
negro donde una mujer embarazada estaba
rodeada de varios chicos en
la puerta mirándonos
pasar.
Este paisaje se
repitió incansablemente hasta
que llegamos a trescientos metros
antes del poblado aborigen, fuimos
recibidos con alegría por el
cacique Cornelio Martínez y
su gente, les entregamos los elementos
que llevábamos y se nos retribuyó
con unas hermosas canastas y tallas
artesanales. Luego tímidamente,
como con temor, nos comenzaron a mostrar
los desmontes que estaban haciendo
los intrusos en las proximidades,
sobre las tierras Guaraníes,
tierras que les habían sido
entregadas por la provincia, tras
muchos años de reclamos. Las
500 hectáreas que les permitían
vivir ajustadamente, les estaban siendo
arrancadas y destruidos los árboles
que les daban alimentos, las plantas
con que se curaban y como si fuera
poco, ya sentían amenazada
su seguridad física por esos
grupos desenfrenados. ¡Nos estaban
pidiendo ayuda!, con esa sumisión
que los llevó durante 500 años
a perder todo frente al invasor y
que hoy les estaba pegando el ultimo
golpe. Con gran desesperación
les prometimos intentar todo lo posible,
denunciaremos, escribiremos a organismos
internacionales -
Estábamos
frente al caos jurídico, a
la destrucción de unos pobres
por otros pobres, a la ocupación
ilegal de propiedades, a la destrucción
de las posibilidades turísticas
que tiene Misiones, ya que estamos
hablando de serranías selváticas
con gran biodiversidad y con arroyos
de hermosos saltos que proveen de
agua potable a pueblos que están
a kilómetros río abajo.
Nosotros somos
responsables del proyecto ecológico
Reserva Yaguaroundí y tomamos
contacto hace poco con un señor
llamado Marcelo Bernardy, que posee
tierras linderas, este señor,
radicado en el exterior, nos dio en
tenencia sus tierras, de gran valor
ecológico (863 Hectáreas,
también pegadas a la comunidad
Guavirá Poty), con el objeto
de incorporarlas al área protegida,
por convenio que se haría con
el Ministerio de Ecología de
la Provincia de Misiones, pero también
hoy, ese predio esta siendo intruido
por una cantidad no determinada de
personas, ante nuestra total impotencia.
Apelamos ante las
autoridades provinciales y nacionales,
que dispongan una urgente solución
para las partes intervinientes en
esta lamentable situación antes
de que caigamos en una espiral de
violencia, o en un estado anárquico,
ya que sabemos que este cuadro se
repite en distintos lugares de la
Provincia.
Denunciamos esta
situación con el ánimo
constructivo de encontrar una salida
positiva y estamos dispuestos a apoyar
y colaborar con las iniciativas que
aporten soluciones duraderas. Tenemos
confianza en nuestras autoridades,
que hasta hoy quizás, no han
apreciado la real dimensión
del problema, y esperamos que tomen
las decisiones mas acertadas.
Bernardino
González
DNI 5.525.303
Reserva Yaguaroundí
Ruta 14 Km. 1027,5
Fracrán - Misiones
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