Con bombos y platillos, y sin
la oposición ni la presencia
de ninguna organización
ambientalista en la zona, se lanzó
este fin de semana en San Martín
de los Andes la temporada de caza
mayor en el país. En los
dos parques nacionales el
Lanín y el Nahuel Huapi,
sólo se permitirá
la caza de dos especies: el ciervo
colorado y el jabalí.
Suena extraño que en
parques de esas características
la caza sea legal. Y más
aún que el secretario
de Turismo, Daniel Scioli, la
justifique. Pero, según
dijo el funcionario, la caza
es beneficiosa. ¿La razón?
Tanto el ciervo colorado como
el jabalí fueron traídos
de Europa a esa zona de la Patagonia
a principios del siglo pasado.
Y se reprodujeron a un nivel
que terminó perjudicando
la supervivencia de los huemules,
un venado de origen autóctono.
Se estima que en esta región
hay unos 100 mil ciervos colorados.
Y que entre ambos lados de la
cordillera de los Andes no quedan
más de 2.500 huemules.
Los ciervos, además de
desplazar territorialmente a
los huemules, se adueñan
de la mayor parte del alimento.
"Si la población
de ciervos colorados crece descomunalmente,
podría desaparecer el
huemul. La temporada de caza
servirá para bajar la
densidad de animales que no
deben preservarse", dijo
Scioli. El titular de Parques
Nacionales, Luis Rey, agregó:
"Además el ciervo
colorado no tiene en esta zona
predadores naturales, como lo
son los lobos en Europa".
Ambos funcionarios participaron
del lanzamiento de la temporada
de caza. La temporada, que se
extenderá hasta el 4
de mayo, permitiría que
lleguen más turistas
a esta región. "Ojalá
este se transforme en uno de
los mayores atractivos de Argentina
a nivel internacional",
sostuvo Scioli.
Varios cazadores europeos y
norteamericanos estuvieron en
el acto. Para poder cazar el
valor de cada coto varía
de acuerdo con el tamaño
de los animales que pueden llegar
a cazarse ahí cada
uno debió pagar entre
450 y 2.500 pesos. En total
se recaudaron 70 mil pesos.
4 de marzo de
2002
Fuente:
PÁGINAS
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