El accidente ocurrió
frente al estado de Río de
Janeiro por un desperfecto eléctrico
y dejó a la embarcación
inclinada. Treinta de sus tripulantes
nadaron durante 40 minutos para salvarse.
Una gigantesca plataforma
petrolera, operada por la empresa
estatal Petrobras, estaba anoche hundiéndose
en la bahía de Guanabara, con
una carga de 12.000 metros cúbicos
de crudo. Imágenes de la televisión
mostraban al navío inclinado,
con su lado izquierdo sumergiéndose
en el Atlántico.
El accidente ocurrió
el domingo, frente al estado de Río
de Janeiro, después de un desperfecto
del sistema eléctrico. Los
trabajadores alcanzaron a desatar
una embarcación de emergencia,
con capacidad para transportar a 46
operarios. Los 30 obreros restantes
se tiraron al mar, en medio de la
noche, sin aguardar el rescate.
Temerosos del naufragio,
los operarios prefirieron nadar más
de 40 minutos en aguas frías
y turbulentas, hasta llegar a un remolcador
que los recogió. Dos de ellos
fueron hospitalizados a causa del
agotamiento.
"Fui uno de
los últimos en bajar. Me desperté
cuando oí la alarma y sentí,
de inmediato, que la plataforma se
estaba inclinando", contó
Moisés Cardoso, uno de los
hombres de la tripulación.
"Cuando salimos, el buque ya
se había inclinado 28 grados
por su costado izquierdo y era imposible
usar el bote salvavidas."
Cardoso relató
que la plataforma había quedado
sin energía y esto provocó
la apertura de las válvulas
de cierre de los tanques. El petróleo
almacenado se escurrió hacia
los compartimientos izquierdos y provocó
el tremendo desnivel.
"El mar estaba
muy agitado. Al ser rescatado, sentí
fuertes dolores de pecho y calambres
atenazaban mis piernas", dijo
el operador de la plataforma. Los
trabajadores contaban con chalecos
salvavidas y eso fue lo que evitó
las muertes.
Moisés Cardoso
denunció que el 29 de mayo
había ocurrido una falla semejante
en el generador de electricidad: "Fue
una situación parecida, pero
no hubo hundimiento parcial".
Esta vez, contribuyó al accidente
el hecho de que los tanques de la
plataforma habían sido recargados
dos días antes.
El gobierno nacional
trató ayer de calmar inquietudes.
El ministro de Minas y Energía
de Brasil, Francisco Gomide, aseguró
que no hay riesgo de hundimiento definitivo
de la plataforma. El diputado nacional
Fernando Gabeira y el provincial Carlos
Minc sobrevolaron la cuenca de Campos,
donde se encuentra el buque de explotación
petrolera. En una conferencia revelaron
que la nave tenía vencida la
licencia ambiental desde el 29 de
agosto. Cuestionaron la extensión
de la barrera para contener el derrame
del petróleo porque apenas
alcanza a los 700 metros, cuando debería
ser de 4 kilómetros.
Hace un año
y medio, otra plataforma, la P-36,
se hundió en el mismo lugar.
Sólo que en aquella oportunidad
provocó la muerte de 11 petroleros.
Petrobras es la compañía
que acaba de adquirir la empresa petrolera
de Perez Companc en la Argentina.
La P-34, que sufrió
el accidente, fue construida para
operar como buque tanque. Pero después
se la transformó para la explotación
petrolera off-shore. Tiene 240 metros
de largo y funciona a 80 kilómetros
de la costa. Produce diariamente 34.000
barriles de petróleo y 195.000
metros cúbicos de gas. Recibe
la producción de 10 pozos perforados
a una profundidad de 840 metros bajo
el mar.
El presidente de
la Asociación de Ingenieros
de Petrobras (Aepet), Fernando Leite
Siqueira, cuestionó los "constantes"
incidentes con unidades de la empresa.
Dijo que están relacionados
con "la política de priorizar
las ganancias en detrimento del área
técnica" y que es responsabilidad
"de los representantes del sistema
financiero que forman parte del consejo
de administración de Petrobras".
Según el especialista, "en
23 años ocurrieron 17 accidentes.
En los últimos 2 años
y medio, fueron 65". Enumeró:
9 en 1999, 34 en 2000, 19 en 2001
y 3 en lo que va del año.
Según Siqueira,
el problema con la plataforma se podría
haber evitado con más cuidado
por el mantenimiento y más
entrenamiento del personal. Recordó
que el Sindicato de Petroleros de
Brasil había advertido en mayo
sobre un desperfecto eléctrico
en la P-34. A pesar de eso, no se
tomaron las "precauciones necesarias".
Denunció que el proceso de
tercerización del personal
"redujo de 120.000 a 32.000 el
número de empleados, afectando
especialmente sectores técnicos
clave".
Una serie de
trastornos ambientales
En los últimos
tiempos, Brasil tuvo varios problemas
de derrames de productos contaminantes
del medio ambiente. Estos fueron algunos
de ellos.
Noviembre de 2001.
La bahía de Guanabara, que
baña las costas de Río
de Janeiro, fue contaminada luego
de la rotura de un oleoducto. El escape
de unos cien metros cúbicos
de aceite se registró por una
grieta en una de las tuberías
de la refinería de Manguinhos,
de la empresa Petrobras. La mancha
se concentró cerca del puerto
de Río y en los alrededores
de la isla del Fundao, próxima
al aeropuerto internacional Tom Jobim.
Para reducir el impacto del derrame
en las playas trabajaron unas 30 embarcaciones
y se colocaron más de 6.000
metros de barreras flotantes. Fue
el tercer accidente en la misma zona
en poco más de dos meses: en
setiembre y octubre de ese año
también hubo derrames.
Marzo de 2001. La
mayor plataforma petrolera del mundo,
también de la empresa Petrobras,
se hundió en el mar, frente
al estado de Río de Janeiro.
La estructura, de 120 metros de altura
y 32.000 toneladas de peso, sufrió
tres explosiones que provocaron la
muerte de 11 obreros. Se calcula que
se derramó 1,2 millón
litros de diésel y 300.000
litros de petróleo.
Julio de 2000. Por
un olvido del encargado de abrir una
válvula de un conducto que
lleva petróleo, cuatro millones
de litros de ese fluido se derramaron
en la tierra y sobre el río
Birigüi, afluente del río
Iguazú. Aunque en un primer
momento se dijo que la mancha iba
a llegar hasta las cataratas del Iguazú,
esto no sucedió.
El Comité
de Crisis de Brasil afectó
a las tareas de limpieza a 2.200 personas,
35 embarcaciones, 32 camiones de succión
y 30 camiones tanque. A lo largo del
río se colocaron siete barreras
de contención, la última
ubicada a 700 kilómetros de
la triple frontera de Brasil, Argentina
y Paraguay. Este fue el tercer derrame
de Petrobras en ese año. Por
reincidente, la empresa recibió
una multa de 110 millones de dólares.
15 de octubre de 2002
Fuente:
PÁGINAS
RELACIONADAS: 1
|