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Una
densa columna de humo procedente
de un pozo petrolero oscurece
el cielo Irakuí. |
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GINEBRA - Mientras los pozos petroleros
ardían en Irak el viernes, el
Programa de las Naciones Unidas para
el Medio Ambiente (PNUMA) dijo estar
listo para entrar en el país
con objeto de evaluar los daños
ecológicos causados por el conflicto.
La agencia, que ya ha evaluado los
daños medioambientales generados
por los conflictos en los territorios
palestinos ocupados, Afganistán
y los Balcanes, suele enviar equipos
de 15 a 20 expertos para recoger muestras
de suelo, agua y vegetación
para analizarlas.
"Sabemos que hay otras prioridades
en este momento, pero es lógico
hacer esto en cuanto la seguridad
lo permita y siempre y cuando no afectemos
a otras actividades", dijo el
portavoz del PNUMA, Michael Williams.
"Todavía son los primeros
días... No tenemos ningún
plan detallado... simplemente pensamos
que sería una buena idea",
agregó.
El jefe de defensa británico,
el almirante sir Michael Boyce, declaró
el viernes que los Irakuíes
habían incendiado siete campos
petroleros, y no 30, como había
informado anteriormente el ministro
de Defensa, Geoff Hoon.
Los informes aumentaron los temores
de una posible catástrofe medioambiental
que podría dejar pequeña
la sufrida al final de la Guerra del
Golfo de 1991.
Las fuerzas Irakuíes quemaron
unos 700 pozos petroleros kuwaitíes,
creando una oscura nube tóxica
que cubrió toda la región,
causando unos graves daños
en el ecosistema y sentando un preocupante
precedente para Irak, que cuenta con
unos 2.000 pozos petroleros.
Las temperaturas cayeron, los bancos
de pesca del Golfo se redujeron drásticamente
y los suministros de agua potable
quedaron contaminados por los incendios
y derrames petroleros, prolongando
el padecimiento de la población
tras el fin de una guerra en la que
murieron más de 100.000 personas.
Se espera que las agencias de ayuda
humanitaria de la ONU, que esperan
evitar la escasez de alimentos y las
enfermedades entre una población
ya empobrecida y mal alimentada, soliciten
más de 1.000 millones de dólares
la próxima semana.
"El medio ambiente es, en muchos
aspectos, un tema humanitario en el
sentido de que afecta a la gente tarde
o temprano", declaró Williams
en una conferencia de prensa.
Socios de la ONU, especialistas y
organizaciones no gubernamentales
se reunirían en el plazo de
una semana para discutir su estrategia
frente a la situación medioambiental
Irakuí, agregó.
Mientras tanto, el PNUMA inició
un estudio para preparar una evaluación
preliminar de los desafíos
ecológicos más acuciantes
que enfrentan los involucrados en
los esfuerzos de ayuda humanitaria
y reconstrucción posteriores
al conflicto Irakuí.
El estudio recopilará información
existente y se espera que esté
completo a fines de abril, indicó
Williams. Irak ya tenía problemas
con el desagüe de sus zonas pantanosas
y el deterioro de su infraestructura
de aguas y basuras, agregó.
"Básicamente estamos
recopilando toda el conocimiento existente
sobre el estado del medio ambiente
en Irak que, por supuesto, es causa
de gran preocupación dados
los conflictos ocurridos en los últimos
20 años", sostuvo.
21 de marzo de 2003
Fuente:
PÁGINAS
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