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Los
alumnos de la escuela Manuel
Molina, con las bolsas de
basura que recogieron en
Valle Grande. |
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Los autos que pasan
se asombran de ver a un grupo de jóvenes
a los costados del camino con grandes
bolsas negras, recogiendo papeles
y otros residuos. Ellos levantan la
mano y saludan, mientras continúan
con su tarea de limpiar uno de los
lugares más lindos de San Rafael,
Valle Grande, que ya se está
preparando para recibir a los turistas
en las vacaciones de invierno.
Durante una jornada que se extendió
desde las 8 hasta las 18, los alumnos
de 3ra de polimodal del colegio nacional
Manuel Ignacio Molina, levantaron
bolsas, etiquetas de cigarrillos,
envases descartables y latas. Para
ellos ya es una tarea habitual -hace
dos años que se dedican al
cuidado del medio ambiente- y por
eso los conocen como "los caminadores
de la salud", ya que la modalidad
de su escuela es comunicación
con orientación a la salud.
"Elegimos este lugar (Valle
Grande) por su belleza y por su enorme
atractivo turístico",
contaron Silvana Sarmiento, Lidia
Balmaceda, Leylén Giménez
y Mariela Saromé, integrantes
del grupo. Esgrimiendo una herramienta
diseñada para recoger sin tocar
los residuos -"pinches"
según los chicos-, que la empresa
Hinisa-Hidisa se encargó de
proveerles, fueron llenando las bolsas
de consorcio.
Ya por la tarde cavaron pozos en
la zona del portal de ingreso a Valle
Grande y plantaron 30 ejemplares de
algarrobo, acacia y aguaribay. "Agregamos
la tarea de forestación con
estos árboles que pueden adaptarse
a las características climáticas
de la zona. A cada uno le pondremos
un cartelito con el nombre de los
chicos del curso", explicaron
Benjamín Maldonado y Viviana
Rodríguez.
Esta escuela es un poco la pionera
en este tipo de actividades en el
departamento. Desde hace dos años
los apoya la comuna, por eso los acompañaba
ayer Jorge Limachi del área
de Educación ambiental. Juntos
llevan adelante un programa sobre
ecología denominado "Color
Esperanza" que emite LV18 Radio
Municipal. Otras escuelas como la
República del Perú,
el Colegio del Carmen y Antonio Garbín
se suman al emprendimiento.
Los estudiantes reciben talleres
ambientales -este año se agregan
los de educación vial- donde
se preparan para luego dar charlas
o capacitar a chicos de 7° año
de las escuelas primarias.
Entre risas, los jóvenes relatan
las cosas extrañas que encontraron:
un almanaque del año 86, una
bombacha de dama, una alpargata y
un corpiño, entre la gran cantidad
de latas y envases de bebidas. Las
bromas matizan la tarea. "Nos
divertimos a la vez que hacemos el
trabajo", dijo Mariano Sotelo.
A la brigada ambiental la acompañaron
la vicedirectora del establecimiento,
Alicia García, y el preceptor
Alfredo Contreras, quienes también
recogieron residuos a la par de los
alumnos.
24 de mayo de 2003
Fuente:
PÁGINAS
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