El gobierno estima
que hay más de 150.000 hectáreas
usurpadas por unas 6000 familias;
reclaman derechos y cortan rutas.
Muchos provendrían de Brasil.
Invaden propiedades privadas. El gobierno
reconoce que la situación es
incontrolable. Protesta de los dueños
de las tierras.
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Más
de 6000 familias ocupan
ilegalmente unas 150.000
hectáreas en Misiones |
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Los
ocupantes ilegales desmontan
parte de la selva y levantan
precarias viviendas |
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POSADAS.- Unas 150.000
hectáreas del territorio de
Misiones estarían ocupadas
por más de 6000 familias de
un incipiente movimiento similar al
de los sin tierra brasileño,
según reconoció el subsecretario
de Tierras de Misiones, Gustavo Werich.
Los sin tierra misioneros
invaden desde hace pocos meses propiedades
fiscales y privadas y allí
se asientan miles de familias, algunas
de ellas provenientes del Brasil.
Para sobrevivir
queman el monte nativo, destruyen
toda la masa vegetal y en su lugar
plantan maíz, porotos, tabaco
y crían animales de granja.
El gobierno que
encabeza el justicialista Carlos Rovira
hasta el momento no ha podido encontrar
una solución al problema. Para
este miércoles, sin embargo,
está prevista una reunión
en el Ministerio de Gobierno provincial,
a la que asistirán representantes
de los ocupantes ilegales de tierras
y de las empresas a las que les usurpan
terrenos.
Cortes de rutas
Los sin tierra habían
iniciado hace una semana cortes sorpresivos
en el cruce de las rutas provinciales
17 y 20. La medida, sin embargo, se
levantó ayer en forma temporaria
hasta tanto se realice el encuentro
con el ministro de gobierno.
.
Los ocupantes ilegales de terrenos
le piden al gobierno provincial que
se les reconozca sus derechos sobre
los territorios usurpados.
.
Los cortes de ruta se realizaban en
un punto estratégico para el
transporte de cargas provincial, cerca
del paraje Pozo Azul, ubicado a menos
de cien kilómetros de distancia
de Bernardo de Irigoyen, en el límite
con Brasil, en un sector de serranías
altas y selváticas de hasta
700 metros, distante unos 270 kilómetros
al norte de Posadas, la capital provincial.
Invasión
sostenida
El subsecretario
de Tierras de la provincia, Gustavo
Werich, admitió la presencia
de los intrusos y calculó que
unas 150.000 hectáreas del
territorio provincial podrían
estar hoy ocupadas por unas 6000 familias
ilegales, las que subsisten en condiciones
de extrema pobreza.
Los ilegales, siempre
de acuerdo con las fuentes oficiales
del gobierno misionero, se ubicaron
en una franja fronteriza con Brasil,
desde la ciudad de San Javier -en
la zona sur- hasta las de San Pedro
y Bernardo de Irigoyen, en el Nordeste.
Werich, además,
le agregó una cuota de dramatismo
a la cuestión al asegurar que
"la situación es insostenible
porque el gobierno no dispone de medios
para controlarla".
Al mismo tiempo,
el obispo de Iguazú, Joaquín
Piña, justificó y avaló
las continuas ocupaciones al afirmar
que "las empresas que reclaman
y se quejan tienen tierras improductivas
que deberían cederlas a quienes
no la tienen. Como Iglesia apoyamos
el derecho de esa gente a vivir en
algún lugar", manifestó
Piña, un misionero perteneciente
a la Orden de los Jesuitas que hasta
se arriesgó a recomendar "una
revisión del concepto del derecho
de propiedad".
No es ésa,
por supuesto, la visión que
sobre el mismo problema tiene el doctor
Edgard Castro, apoderado de la firma
Colonizadora Misionera en cuyos alrededores
se concentraron durante las últimas
jornadas los grupos más rebeldes
de usurpadores de tierras.
"Quienes toman
terrenos que no les pertenecen atentan
contra el trabajo estable, alientan
los vicios de la inmoralidad tolerada,
privan a los municipios de cobrar
sus tasas, disminuyen los ingresos
provinciales provenientes del impuesto
inmobiliario y generan un comercio
paralelo e ilegal de maderas, que
obviamente tampoco tributa al fisco",
dijo.
Para Castro, la
continua invasión de tierras,
además, "provoca inseguridad
jurídica porque dispara directamente
contra algunos capitales que, ante
este inconveniente, inmediatamente
buscan otros lugares para radicarse".
Zona de riesgo
Los representantes
de las empresas afectadas denunciaron
que en los últimos meses llegaron
centenares de personas dedicadas a
incendiar porciones de selva virgen
para asentarse en forma clandestina
sin respetar el derecho a la propiedad,
lo que da origen a una suerte de "expropiación
encubierta e inseguridad creciente".
Al respecto, Francisco
García y Juan Bragado, apoderados
de firmas forestales, sostienen que
si no se encuentra forma de poner
coto a las severas irregularidades,
y si el Estado misionero no pone freno
a la ocupación ilegal de tierras,
"cunde el desaliento entre inversionistas.
El desarrollo sustentable -indicaron-
se cumple con la aplicación
de la ley, no infrigiéndola".
Mientras tanto,
la quema de vegetación, al
igual que la tala indiscriminada del
bosque, cuyos troncos se venden al
contado y a mejores precios en países
vecinos, donde ingresan de contrabando.
Los campesinos dicen
estar vinculados con el Movimiento
de los Sin Tierra del Brasil (MST)
y su similar del Paraguay, que se
muestran muy activos en departamentos
limítrofes con Misiones.
Algunas estimaciones
extraoficiales estiman que sólo
un 20% de los ocupantes ilegales es
de nacionalidad brasileña y
que el otro 80% es argentino.
28 de setiembre de
2002
Fuente:
PÁGINAS
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