La Comisión
Europea aprobó ayer lanzar un
paquete de medidas legislativas para
obligar a todos los países de
la UE a enterrar en profundidad los
residuos nucleares de alta actividad
antes de 2018 y homologar y mejorar
las normas de seguridad. La propuesta,
a la que se añadió el
anuncio de facilitar préstamos
del programa Euratom para mejorar la
seguridad de las centrales, ha generado,
sin embargo, la protesta de Los Verdes
en el Parlamento Europeo y de grupos
ecologistas como Amigos de la Tierra,
que acusan a Bruselas, y especialmente
a la comisaria de Energía, Loyola
de Palacio, de promover la energía
nuclear a través de tales medidas.
Loyola de Palacio, de cuyo departamento
ha partido la iniciativa, rechazó
indirectamente tales acusaciones en
su comparecencia ante el Parlamento
Europeo y aseguró haber fomentado
enormemente el desarrollo de las energías
alternativas. "Mientras tanto",
dijo De Palacio, "la mejora de
la seguridad y tomar una solución
para los residuos requiere una decisión
rápida y contundente".
La comisaria destacó como
especialmente importante que los países
de la UE (más los 10 candidatos
que entrarán en 2004) tomen
una decisión política
sobre el asunto. La propuesta de Bruselas
es de tomar tal decisión antes
de 2008 y habilitar los cementerios
nucleares antes de 2018. España
tenía previsto tomar la decisión
en 2010, más tarde de lo que,
en principio, Bruselas desea imponer.
"Los detalles de la propuesta
demuestran claramente que la única
finalidad es la de revitalizar la
industria nuclear en una Europa ampliada",
dijo ayer el parlamentario verde Claude
Turmes.
La ampliación de la UE ha
sido, como señaló ayer
Loyola de Palacio, el origen de la
propuesta. "Los países
candidatos se sentían discriminados
por el hecho de que la UE les imponía
un control sobre sus centrales y sus
instalaciones que ni siquiera sufren
las de los actuales miembros de la
UE", dijo.
Tales medidas consisten fundamentalmente
en hallar una solución definitiva
a los desechos nucleares, en garantizar
un fondo financiero externo, de propiedad
diferente a las compañías
explotadoras, para afrontar el desmantelamiento
de las centrales y en supervisar los
controles nacionales de seguridad
con normas homologadas. La UE genera
cada año 40.000 metros cúbicos
de residuos nucleares y sólo
Finlandia y Suecia cuentan con proyectos
serios para enterrar en profundidad
los de alta intensidad.
7 de noviembre de
2002
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