Venado Tuerto. - La Cooperativa de
Obras Sanitarias (COS) trasladará
un horno de residuos patogénicos
que tiene emplazado en el corazón
de un populoso barrio de esta ciudad
-el Alejandro Gutiérrez- hacia
su predio de estabilización
de líquidos cloacales ubicado
a unos dos mil metros del ejido urbano.
La medida surge luego del reclamo
airado por parte de los vecinos y
tras un acuerdo sellado tiempo atrás
entre esa cooperativa y la Secretaria
de Medio Ambiente de la provincia.
El horno volverá a funcionar
los primeros días de marzo
de 2002 ya que en estos momentos están
realizando su limpieza y reacondicionamiento.
El convenio estipulaba una fecha
tope de traslado para el 31 de diciembre
de 2001 y para constatar la realización
de los trabajos en tiempo y forma,
la Secretaría de Medio Ambiente
realizó tareas de inspección
en forma constante. No obstante como
la COS no llegaba a cumplir con los
plazos requeridos, solicitó
un prórroga de 45 días
para la "mudanza" del polémico
horno.
Dicho acuerdo -además- implicaba
la realización de estudios
ambientales, para determinar el grado
de contaminación de las emanaciones
del horno, que fue encargado a la
empresa Si Consultores de Capital
Federal. La supervisión corría
por cuenta de la Subsecretaria de
Medio Ambiente.
Unos 100 mil pesos
Las obras que debe afrontar la COS
para el traslado del horno están
en el orden de los 100 mil pesos e
incluyen la instalación de
una fuente gasífera en ese
predio suburbano, el mejorado del
camino de acceso y otras trabajos,
complementarios.
Hasta la reapertura del horno pirolítico
la COS enviará los diez mil
kilos mensuales de residuos que quemaba
a un operador privado de la ciudad
de Rosario. Con dicha empresa, celebró
un convenio de asistencia técnica
y reciprocidad.
"En consecuencia -dijo el secretario
administrativo Roberto Cassane- el
servicio de recolección y transporte,
continúan prestándose",
y agregó que "de otro
modo los residuos de los generadores
crearían un potencial foco
infeccioso en el basural municipal
o en improvisadas cavas".
Impacto ambiental
El voluminoso trabajo realizado por
la empresa Si Consultores determinó
que las emanaciones del horno están
según mediciones llevadas a
cabo en octubre de 2001- "muy
por debajo de los valores estipulados
por la reglamentación provincial.
Una fuente cooperativa señaló
que "el impacto ambiental del
horno incinerador es mínimo
o casi nulo" aún en el
polémico lugar donde se hallaba,
el barrio Alejandro Gutiérrez.
El estudio comprende un estudio
de las isolíneas de concentración
horaria máxima para el material
particulado en suspensión total
del futuro lugar de localización
de la planta, que considera la dirección
y velocidad del viento respecto de
la ubicación del casco urbano.
En todos los casos se concluye que
tanto en la localización actual
del horno como en la futura, no implica
una alta concentración de partículas.
20 de enero de 2002
Fuente:
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