El tigre de Tasmania,
extinguido desde 1936, podría
resucitar si un grupo de científicos
de Australia tiene éxito en
lo que podría considerase uno
de los experimentos más ambiciosos
relacionados con la clonación:
traer a la vida especies desaparecidas
hace años. El Museo Australiano
(www.austmus.gov.au) logró
superar uno de los obstáculos
cruciales para "revivir"
esta especie: la Unidad de Biología
Evolutiva del museo en Sydney replegó
genes individuales del tigre de Tasmania
(o Thylacine) usando un proceso conocido
como PCR (reacción en cadena
de la polimerasa).
Este increíble avance, que
espera convertir a la ciencia-ficción
en ciencia real, comenzó en
1999 cuando los investigadores utilizaron
un embrión de tigre marsupial
que encontraron en un frasco perdido
de los depósitos del museo.
El espécimen había sido
colocado allí en 1866 y gracias
a que estuvo conservado en alcohol
en lugar de formol, su ADN se conservó
en perfectas condiciones. Con las
muestras de ADN, los científicos
crearon una biblioteca genética
de la especie. En la última
etapa, reprodujeron los genes individuales
que permitieron crear millones de
copias puras de ADN en perfectas condiciones,
que podrían generar una célula
viva. Sólo falta completar
la secuencia de ADN y buscar una madre
sustituta para implantar el embrión
clonado.
"Estamos muy emocionados",
dijo Mike Archer, director del museo
y profesor en paleontología
de la Facultad de Ciencias Biológicas
en la Universidad de New South Wales
en Sydney. "Esta técnica
era un paso extremadamente crítico
para producir suficientes cantidades
de ADN de esta especie para poder
seguir con la investigación".
Si tienen éxito, tratarán
de reincorporar la especie a su medio
natural. Según Archer, el tigre
sería reintroducido en los
bosques de Tasmania "y se acostumbraría
sin problema, porque estos no han
cambiado mucho y porque los instintos
del animal son los mismos, vienen
escritos en el material genético".
El último tigre de Tasmania
fue capturado en 1933 y llevado al
Parque Zoológico de Hobart
en Tasmania donde murió el
7 de septiembre 1936. Sólo
se necesitaron 100 años para
que el hombre exterminara esta población
en Australia. Aunque no se conoce
la causa principal de su extinción
podría ser atribuida a la introducción
del Dingo (Canis familaris) en Australia
y al perro salvaje en Nueva Guinea.
Mientras que en Tasmania fue perseguido
por los granjeros de ovejas hasta
su exterminación. Los científicos
esperan que la "resurrección"
del animal se produzca hacia 2010.
Si el proyecto tiene éxito,
podrían repetir el experimento
con otros animales extinguidos.
29 de mayo de 2002
Fuente:
PÁGINAS
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