La Argentina
no se encuentra tan mal en al
menos un ranking mundial, que
evaluó el desempeño
de 142 países. Está
en el puesto número 15
entre los mejor ubicados en
cuanto a su sustentabilidad
ambiental, según un índice
elaborado conjuntamente por
las universidades de Yale y
de Columbia, de los Estados
Unidos, y el Foro Económico
Mundial. Incluso, al menos en
esta lista, está mejor
posicionada que los Estados
Unidos.
El primer
lugar del ranking lo ocupa Finlandia,
seguida por Noruega, Suecia,
Canadá y Suiza. Uruguay
está sexto. Chile se
encuentra en el puesto 35 y
los Estados Unidos, en el 45.
En el último de todos,
el puesto 142, se ubica Kuwait.
La Argentina
aparece en el decimoquinto puesto
en el índice de sustentabilidad
ambiental que tuvo en cuenta
68 variables distintas. Pero
nuestro país no está
en ese puesto porque se hayan
tomado un conjunto de medidas
extraordinarias y decisivas
que protejan continuamente la
salud de sus ecosistemas y de
su gente.
Según
explicó Daniel Esty,
director de un centro de investigación
en derecho ambiental de la Universidad
de Yale y uno de los que trabajó
en el índice, "la
Argentina está bastante
bien posicionada porque tiene
vastos recursos naturales (incluyendo
suelos, agua, y diversidad biológica,
entre otros recursos) y un desempeño
razonablemente bueno".
Sin embargo,
Esty advirtió enseguida:
"La Argentina no está
mejor ubicada porque aún
tiene problemas significativos
de contaminación del
aire en algunas áreas,
una débil atención
del sector privado en los desafíos
ambientales y un rango relativamente
bajo en la capacidad institucional
para responder al manejo de
recursos naturales y a la contaminación".
El ranking
de la sustentabilidad ambiental
fue elaborado con datos de cada
país sobre calidad del
aire, del agua y del suelo,
así como sobre la biodiversidad
y la cantidad de especies amenazadas.
También tuvo en cuenta
la tasa de fertilidad de la
población, los residuos
radiactivos, el uso de plaguicidas,
la tasa de muerte de chicos
por enfermedades respiratorias.
Y, entre otros indicadores,
no dejaron de lado el sistema
científico-tecnológico
de cada país ni las acciones
que puede realizar más
allá de sus fronteras,
como su participación
en organismos ambientales.
Estará
mejor ubicada que EE.UU., que
Chile o España, pero
lo cierto es que la Argentina
tiene muchas cosas por hacer.
Según Esty, "necesita
desarrollar un régimen
regulatorio ambiental que sea
más elaborado, atraer
al sector privado para que cumpla
un rol ambiental más
constructivo y fortalecer ampliamente
su capacidad de gobierno".
Eso no es
todo. Para Esty, quien ha trabajado
para la Agencia de Protección
Ambiental (más conocida
como EPA) de EE.UU., es crucial
"reducir los niveles de
corrupción y alentar
a los grupos ecologistas y a
las organizaciones no gubernamentales
para que se promocione un debate
serio sobre política
ambiental".
Al oír
que la Argentina está
decimoquinta a nivel mundial,
funcionarios, científicos
y ecologistas de este país
se sorprendieron. Y todos incluido
el flamante titular de la Secretaría
de Desarrollo Sustentable y
Política Ambiental de
la Nación, el ingeniero
forestal Carlos Merenson
reconocieron que el país
está lejos de ser muy
"amigable" con su
propio ambiente.
Para Merenson,
"hay serios problemas como
la deforestación de los
bosques, la desertificación
de los suelos, el agotamiento
de los stocks pesqueros y la
contaminación por los
residuos industriales".
Pero, sobre todo, señaló
que "en la dirigencia política
y empresarial no existe aún
la conciencia de lo ambiental
como una oportunidad para crecer".
El ecólogo
del Conicet y de la Facultad
de Ciencias Exactas y Naturales
de la UBA, Jorge Adámoli,
consideró que, para evitar
la contaminación, "se
debería incentivar a
las empresas que adoptan políticas
ambientales sanas, más
que castigar a las que no lo
hacen". También,
se debería promover que
el Estado aproveche el conocimiento
que sus científicos y
técnicos públicos
producen y que le dé
más cabida a la gente,
que podría monitorear
que las "buenas acciones"
ambientales se cumplan realmente.
"Que
el Estado deje de estar ausente
y que vigile que se cumplan
las leyes de protección
del ambiente", señaló
Ricardo Ojeda, investigador
en biodiversidad del Conicet
en Mendoza, quien destacó
que se debe parar el comercio
ilegal de fauna silvestre. En
tanto, el especialista en economía
y ambiente, Héctor Sejenovich,
consideró que la Argentina
"está usando los
recursos naturales que la están
posicionando bien a nivel mundial,
pero advirtió
no está generando recursos
renovables".
"Aunque
el ranking es muy valioso, creo
que no se tuvieron en cuenta
algunas variables que hubiesen
posicionado peor a la Argentina,
como la fragmentación
de los ecosistemas y la cantidad
de especies ya desaparecidas",
consideró Javier Corcuera,
director general de la Fundación
Vida Silvestre Argentina. "Es
crucial que los organismos públicos
de control ambiental cuenten
con recursos financieros y con
personal capacitados para que
puedan hacer cumplir las regulaciones
ambientales".
Desde la óptica
de la organización ecologista
Greenpeace Argentina, el director
ejecutivo Martín Prieto
sostuvo que los tres puntos
urgentes a tratar: "Que
el poder político exija
a las empresas que inviertan
en tecnologías para reducir
la contaminación de aire,
suelo y agua. Y que se debata
tanto sobre la liberación
de organismos transgénicos
como la idea de hacer un basurero
nuclear en el país".
Curiosidades
de la lista
Finlandia
se ubicó primero en el
"Indice de sustentabilidad
ambiental" del mundo por
"su éxito en minimizar
la contaminación del
aire y el agua, por su alta
capacidad institucional para
tratar los problemas ambientales
y por sus niveles bajos de emisión
de gases de invernadero",
según los científicos
y los técnicos que elaboraron
el ranking.
En cambio,
el país líder
del mundo, estuvo en el puesto
45. Según afirmaron los
expertos, los Estados Unidos
tienen una actuación
desigual. Critican sus retrasos
en controlar las emisiones de
gases de invernadero que inciden
en el cambio climático
y el bajo desempeño en
controlar la reducción
de desechos. Sin embargo, reconocieron
que EE.UU. "se mantiene
en la vanguardia mundial al
controlar la contaminación
del agua y al promover intensos
debates sobre política
ambiental".
Los que elaboraron
el ranking se preguntaron si
el éxito en el desarrollo
económico nacional deriva
en una buena actuación
en lo ambiental. Pero el ranking
les mostró que "el
estado económico de una
nación no predice necesariamente
su éxito ambiental".
Por ejemplo, Finlandia y Bélgica
exhiben cifras similares en
su producto bruto interno per
cápita. Pero, en el ranking
ambiental, Finlandia está
primera y Bélgica se
encuentra en el puesto 125.
Las leyes que nos faltan
A partir de
los resultados del ranking "verde",
se puso en evidencia que a la
Argentina le falta aún
un conjunto de leyes de protección
del ambiente. Algo que se ha
demorado más de seis
años: en 1994, los constituyentes
que reformaron la Constitución
Nacional establecieron un artículo
- el
41 - que habla sobre el
derecho a vivir en un ambiente
"sano".
"Ese
artículo ya debería
estar en marcha a través
de leyes que determinen los
presupuestos mínimos
y de una política ambiental,
pero no se evolucionó
para nada en ese camino",
opinó el abogado constitucionalista
Daniel Sabsay, director ejecutivo
de la Fundación de Ambiente
y Recursos Naturales. "Muy
por el contrario sostuvo,
a lo largo de estos últimos
años, se fue licuando
el poder de policía de
la secretaría de ambiente".
Por su parte,
asesores de la senadora Mabel
Müller informaron que "se
está por sancionar una
ley general del ambiente y una
ley integral de aguas. Ya se
aprobaron algunas leyes sobre
recursos mineros y residuos
radiactivos".
La lucha
contra el recalentamiento del
planeta
El problema
del calentamiento
global del planeta aguarda
decisiones de los gobernantes
de cada nación. Todavía,
el principal acuerdo que se
realizó llamado
protocolo de Kyoto debe
ser puesto en funcionamiento,
pero aún no todos están
dispuestos a ratificarlo. Hoy,
los ministros de Medio Ambiente
de la Unión Europea,
presididos por el titular español
de esta cartera, Jaume Matas,
acordarán la ratificación
del protocolo de Kyoto para
hacer frente al cambio climático.
"Existe
una voluntad política
fuerte en favor de la adopción
de esta decisión",
según fuentes del Consejo,
que precisaron a la agencia
EFE que el objetivo de los Quince
es acelerar los trabajos para
que el Protocolo pueda entrar
en vigor antes de la Cumbre
sobre Desarrollo Sostenible,
que se celebrará el próximo
agosto en Sudáfrica.
El protocolo
prevé una reducción
del 8 por ciento de las emisiones
de gases causantes del recalentamiento
del planeta en el período
2008-2012, tomando como referencia
los niveles de 1990. Esta última
condición, la de fijar
los índices de 1990,
es la que ha provocado una reserva
de la delegación danesa,
que argumenta que ese año
fue especialmente lluvioso,
por lo que Dinamarca importó
una gran cantidad de energía
eléctrica, lo que provocó
que sus emisiones de gases fueran
más bajas de lo habitual.
Sin embargo,
Estados Unidos ya anunció
el año pasado que no
ratificará el Protocolo.
Dos semanas atrás, el
presidente George W. Bush anunció
un plan
alternativo consiste en
un sistema de créditos
fiscales para empresas e individuos
por un monto superior a los
4.500 millones de dólares.
El jueves, el ministro de ambiente
de Australia, David Kemp reconoció
que apoyará el plan ambiental
de Bush porque "no derrumbará
las economías de países
como EE.UU. y Australia".
4 de marzo de
2002
|
Aclaración:
Según el artículo
de fecha 6 de febrero de
2002, publicado por la misma
fuente, el puesto Nº
15 está asignado
a Botswana. Consultado el
ranking en la página
de la ESI, le corresponde
a este país el puesto
Nº 13 y, efectivamente,
el 15 a la República
Argentina. |
Fuente:
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