Los 83 equipos eléctricos
conteniendo bifenilos policlorados
(PCB), que durante una semana permanecieron
estacionados a la vera de la ruta
22 en Río Negro, están
desde anteanoche depositados en campo
abierto cerca de la localidad de Pomona,
tras la decisión del Superior
Tribunal de Justicia (STJ).
El traslado se concretó
bajo la estricta vigilancia de la
brigada especial antidisturbios de
la Policía provincial, ante
el temor de que el convoy de cuatro
camiones con la peligrosa carga pudiera
ser objeto de la hostilidad de los
habitantes de algunos de los pueblos
por los que transitaba.
Los vehículos,
cargados con contenedores cerrados
que en su interior guardan los 83
transformadores fuera de uso estuvieron
una semana retenidos en la banquina
de la ruta, en cercanías de
Chelforó, a 400 kilómetros
de Viedma.
Después de
las gestiones de la Comisión
de Medio Ambiente (Codema), emplazado
por el máximo órgano
de la Justicia rionegrina para que
resolviera dónde llevar la
indeseable carga, anteayer recorrieron
unos 160 kilómetros hasta un
depósito de maquinarias en
desuso de la empresa Vial Rionegrina
(Viarse) sobre la ruta provincial
4, al sur de Pomona, en un sitio despoblado.
En algún
momento futuro estos equipos con PCB
deberán ser trasladados a Francia,
el único país del mundo
que actualmente cuenta con tecnología
adecuada para su destrucción
total sin efectos contaminantes.
El caso que anteayer
tuvo final provisorio se inició
con los reclamos de las autoridades
municipales y la comunidad de Chimpay,
un pequeño pueblo del valle
medio rionegrino, cuando se enteraron
que la empresa Energía Río
Negro (Edersa) había almacenado
los transformadores con PCB fuera
de uso.
Hubo una acción
de amparo y el juez Carlos Vila, de
la cercana ciudad de Choele Choel,
ordenó a Edersa el traslado
de los equipos, cosa que empezó
a producirse el viernes de la semana
anterior en horas del mediodía,
con la intención de transportarlos
a un depósito de la misma firma
distribuidora eléctrica en
la localidad petrolera de Catriel,
a 300 kilómetros de distancia.
Pero al enterarse
de la noticia, el gobierno municipal
catrielense se puso en alerta, recurrió
rápidamente a los juzgados
de Cipolletti y presentó su
propio amparo preventivo.
En la tarde del
viernes 11 el único juez hallable
fue Jorge Douglas Price, del fuero
laboral, quien dispuso interrumpir
el viaje de los transformadores sobre
la ruta 22, cerca de Chelforó.
El fin de semana
largo puso freno a las gestiones judiciales,
el martes tomó intervención
el Superior Tribunal de Justicia ante
un eventual conflicto de poderes y
jurisdicciones, y el Codema inició
tratativas con los municipios, encontrando
frontal resistencia en todos los jefes
comunales que se negaban a brindar
refugio al cargamento.
Finalmente anteayer
se encontró la solución:
la carga con PCB sería llevada
a un depósito ubicado sobre
tierras fiscales provinciales, lejos
de todo ejido municipal.
El nuevo emplazamiento
de los equipos con contenido tóxico
está a campo abierto a 40 kilómetros
del pueblo más cercano, Pomona,
que curiosamente tiene el nombre de
la diosa de los frutos.
20 de octubre de 2002
Fuente:
PÁGINAS
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