Un proyecto que surgió
en la escuela logró la adhesión
de algunas familias que conforman la
comuna de La Cumbrecita. Durante el
año pasado, los alumnos de cuarto
año del Centro Educativo de Nivel
Medio Los Tabaquillos, de esa localidad,
trasladaron los conocimientos sobre
separación de residuos y la construcción
de un lombricario a sus hogares.
La generación de basura, el
grado de contaminación y todo
lo que ello acarrea, no es sólo
una preocupación de las grandes
ciudades sino que comunas como La
Cumbrecita, ubicada en el valle de
Calamuchita también lo contempla
como un problema a solucionar.
Además de ello, considerando
que es el primer Pueblo Peatonal
del país desde 1996, y declarado
Reserva de Usos Múltiples,
las metas a seguir se concentran siempre
relacionado con lo ecológico.
Es por ello que durante más
de dos años comenzaron a trabajar
los alumnos de cuarto año en
una iniciativa cuyo objetivo era poder
encontrar una solución al problema
de los residuos que se generan en
la escuela. Fue a partir de allí
que docentes, alumnos, y el apoyo,
capacitación y asesoramiento
del Instituto para la Cultura, la
Innovación y el Desarrollo
(Incide) de la ciudad de Córdoba,
comenzaron con la construcción
de un lombricario. Es mantenido con
los residuos orgánicos que
el propio comedor escolar genera.
El abono que se obtiene de allí,
lo utilizan para la huerta.
Lautaro Escola (15) pasó a
quinto año y junto con sus
otros 10 compañeros llevó
adelante el lombricario de la escuela.
Aseguró que al comienzo todos
se mostraron bastante escépticos,
pero ahora todos califican a la experiencia
como muy positiva. Es muy buena,
porque es además un beneficio,
es aprender a sacarle provecho a lo
que se llama basura. Y no lo hacemos
obligados. La idea es que todos los
chicos estén concientizados
de este trabajo. Y a su vez, que lo
trasladen a la casa de cada uno, y
que la comuna tenga un lombricario
grande, dijo el joven.
El comienzo se constituyó
en diversas charlas informativas a
cargo de Incide, el compromiso de
los profesores, así como la
elaboración de los planos.
Debieron organizar los días
en que cada alumno debía que
atender el lombricario y la capacitación
también la debieron extender
al personal que atiende el comedor
de Paicor. Asimismo, concretaron charlas
dirigidas a los demás alumnos
que no participaban de manera directa
en el proyecto para informarlos.
Para la instalación del lombricario
que mide ocho metros por cinco, la
Comuna les brindó los materiales,
y los chicos lo construyeron.
En cuanto al proceso, Lautaro explicó:
Retiramos la materia orgánica
que son los restos de comida del comedor
escolar que esta en un tacho diferenciado.
Más o menos en un día
se llena un tacho de 10 kilogramos
aproximadamente.
Se lo lleva al lombricario a una
especie de cajón y ahí
se acumula la comida de 4 días.
Luego se hace lo mismo en un cajón
siguiente, y se espera que el primero
se composte. Y cuando todo el proceso
de degradación se cumple, se
llevan las lombrices que van comiendo
todo. Y a medida que se van llenando
los cajones con la tierra fértil,
se van trasladando las lombrices a
los siguientes cajones, hasta cumplir
con el circuito.
Y una vez que se obtiene el lombricompuesto
lo tamizan, colocan la tierra en una
bolsa y se la entrega a los alumnos
de la primaria para la huerta.
17 de febrero de 2003
Fuente:
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