Sólo en
los últimos 40 años
se quintuplicó la población
de las ciudades, pero su infraestructura
no se adaptó al cambio. Según
estadísticas científicas,
las grandes urbes producen el 80%
del dióxido de carbono que
provoca el calentamiento global. Preocupa
la situación en los países
pobres.
PARIS.- Una ancha
avenida de Madrid y el nombre de un
lugar es todo lo que queda de un proyecto
radical para revolucionar la vida
en las ciudades. La avenida se llama
Arturo Soria, y el lugar es Ciudad
Lineal. Soria imaginó ciudades
que algún día extenderían
a lo largo de espinas centrales desde
Cádiz hasta Leningrado, y desde
Bruselas a Pekín, todas con
fácil acceso a los trolleys
o trenes, por un lado, y al campo,
por el otro.
"Tenemos que
urbanizar el campo y ruralizar las
ciudades", solía decir.
Su ciudad comenzó en dirección
a París, en 1890, pero el proyecto
se abandonó después
de sólo unos kilómetros
por falta de inversiones, y desde
entonces Ciudad Lineal fue tragada
por la expansión de la capital
hacia la planicie castellana.
La Ciudad Lineal
hubiera significado un modelo alternativo
a la mayoría del mundo habitado
de hoy: un crecimiento imparable que
afecta tanto a los países ricos
como a los pobres. La urbanización
postula grandes preguntas acerca de
la sociedad, la economía y
el medio ambiente a la cumbre mundial
sobre el desarrollo sustentable, que
comienza el lunes.
En las épocas
de Soria, había sólo
16 ciudades con más de un millón
de habitantes -la más grande
era Londres, con siete millones- y
sólo el 7 por ciento de la
población mundial podía
ser descripta como urbana. En los
últimos 40 años, la
población mundial se duplicó,
pero en las áreas urbanas se
quintuplicó, y su expansión
está acelerándose exponencialmente.
En los próximos cinco años,
más de la mitad de la población
mundial estará viviendo en
las ciudades, según las Naciones
Unidas, y para 2030 alrededor de cinco
mil millones de personas vivirán
en áreas urbanas.
Los países
desarrollados están altamente
urbanizados, y el fenómeno
más asombroso es el crecimiento
rápido de la urbanización
en los países en desarrollo
con infraestructuras inadecuadas.
Africa está en camino de tener
más de 70 ciudades de más
de un millón de habitantes.
En pocos años, 23 ciudades
contarán más de diez
millones de personas y muchas -incluyendo
Bombay, Lagos, Dakar, San Pablo y
Karachi- estarán disputándole
a Tokio el título de la metrópoli
más grande del mundo. Tokio
tiene más de 26 millones de
residentes, pero parece haber alcanzado
un tope, y algunas ciudades del mundo
desarrollado están incluso
perdiendo habitantes.
Las ciudades se
están fundiendo con vastas
áreas metropolitanas a lo largo
de corredores de transporte, como
el que existe en el noreste de los
Estados Unidos, o el complejo Tokio-Osaka-Nagoya,
de más de 40 millones de habitantes.
La tendencia hacia la urbanización,
acompañada por las migraciones
masivas que están ocurriendo
actualmente, son tan veloces y extendidas
que no tenemos un adecuado aparato
conceptual para administrar el proceso.
Como dijo David
Harvey, un teórico americano
de planificación urbana, "las
calidades de vivir en las ciudades
en el siglo XXI definen las cualidades
de la civilización". A
juzgar por el estado actual de las
ciudades, dijo, las personas pueden
no encontrar la civilización
que se acerca muy amigable. Una mezcla
fatal de pobreza concentrada, violencia,
problemas sociales, e infraestructura
a punto de derrumbarse representa
"una pesadilla en la que todo
lo que se juzga peor en el carácter
de la humanidad se reúne en
la desesperación".
La primera cuestión
para Johannesburgo: ¿cómo
puede la tendencia hacia las megaciudades
coexistir con la necesidad de proteger
el medio ambiente global? Las ciudades
contribuyen prioritariamente al calentamiento
global: producen alrededor del 80%
de las emisiones de dióxido
de carbono responsables del calentamiento,
según un informe de la Universidad
Johns Hopkins.
Otras preguntas
¿Hay mejores
modelos para el desarrollo urbano
que el motorizado por el automóvil?
¿Pueden nuevas ciudades en
regiones sin recursos desarrollar
sistemas de cloacas y disposición
de residuos suficientemente rápido
como para evitar serios brotes de
enfermedades contagiosas? ¿Existe
esperanza de encontrar trabajo para
los jóvenes y evitar la amenaza
de la frustración y la pobreza?
¿Cómo puede el manejo
de la sociedad ser fortalecido para
asegurar que la expansión de
las ciudades sea un proceso ordenado?
Para mantener el
ritmo del crecimiento urbano, el equivalente
de 1000 ciudades de tres millones
de habitantes tendrán que ser
construidas en los próximos
cuarenta años, casi tantas
como las que existen hoy.
Los Estados Unidos
están urbanizados en un 77
por ciento, apenas un poco menos que
Europa, pero sus extensas aglomeraciones
de viviendas individuales y edificios
se tragan miles de kilómetros
cuadrados de tierra cultivable cada
año, y los suburbios se están
expandiendo a un ritmo mucho mayor
que las ciudades centrales.
En la Conferencia
de las Naciones Unidas sobre el Habitat,
de 1996, los gobiernos coincidieron
en que las ciudades no pueden ser
exitosas económica, política
o culturalmente si las divisiones
entre pobres y ricos continúan
creciendo.
23 de agosto de 2002
Fuente:
PÁGINAS
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