Medio Ambiente
provincial denunció a las galvanoplastias
en la Justicia.
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Los
arroyos locales, destino
final de metales pesados. |
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En Rosario, los índices de
contaminación proveniente de
metales pesados distan de ser los
óptimos. Según la Secretaría
de Medio Ambiente provincial existen
13 empresas dedicadas a la galvanoplastia
denunciadas a la Justicia y con pedidos
de clausura, debido a que el vertido
de zinc, plomo, y hierro que realizan
sobre los pozos negros o las napas
superan holgadamente los máximos
permitidos. Es más, ya está
en estudio un proyecto de la repartición
para imponerle a las infractoras sanciones
económicas que deberán
destinarse al tratamiento de efluentes
tóxicos. La Municipalidad reclamó
la urgente construcción de
un relleno de seguridad donde las
industrias depositen las sustancias
peligrosas. De 40 fábricas
registradas en la ciudad, sólo
19 se avinieron a encuadrarse a las
normas vigentes.
Luego de los estudios ambientales
publicados ayer, funcionarios provinciales
y municipales pusieron sobre la mesa
datos que resultan escalofriantes.
La nota sirvió de disparador,
dado que allí se denunciaba
la presencia en los arroyos Saladillo
y Ludueña de altos niveles
de mercurio, cobre, zinc y hierro,
entre otros.
"No niego estos resultados en
ambos arroyos, pero hay que aclarar
que la contaminación por metales
pesados es una de las causas de un
conjunto, entre las que habría
que incluir los volcamientos clandestinos
de otros residuos y desagües",
reconoció el jefe del Departamento
de Residuos Peligrosos municipal,
Marcelo Gago.
"Hace dos años que comenzó
el relevamiento en Rosario, muchas
galvanoplastias se encuadraron a la
ley, pero otras son clandestinas,
desde la compra de insumos fraccionados,
hasta la manipulación de las
sustancias y el trabajo", reveló
el secretario de Medio Ambiente provincial,
Aníbal Vázquez.
La denominada "economía
marginal" fue identificada por
los funcionarios, a punto tal que
13 galvanoplastias rosarinas fueron
denunciadas ante la Justicia de Faltas
con pedidos de clausura, por haberse
constatado el vertido prohibido y
excedido de sustancias a los desagües
o napas. Y su ámbito de radicación
está atomizado en todo el mapa
de Rosario, aunque con prevalencia
en zona oeste y sur.
Según especificó Gago,
existen cuatro industrias en la ciudad
que manipulan sustancias riesgosas:
la alimenticia, las curtiembres, la
hilandería y la galvanoplastia.
A fines de 2001, provincia, municipio,
Aguas Provinciales, el Ente Regulador
de Servicios Sanitarios (Enress) y
la Cámara Empresaria abocada
al tema metales conformaron una comisión
de seguimiento de efluentes tóxicos
con el fin de diagnosticar la realidad.
De las 40 galvanoplastias habilitadas
por la Dirección de Registración
e Inspección, sólo 19
adhirieron a esta comisión
y expresaron su voluntad de encuadrarse
bajo las normas vigentes.
"Estas firmas van almacenando
el barro que se forma con los metales
pesados en tambores con capacidad
para 200 litros", indicó
Gago, aunque no pudo precisar hasta
cuándo seguirán depositando
en sus propias empresas la basura
contaminante.
Si bien el funcionario resaltó
la tarea preventiva y las campañas
educativas que tiene en vigencia su
repartición, reconoció
que "el vertido de estas sustancias
es lo más difícil de
controlar".
Vázquez fue más explícito.
"Sabemos positivamente que las
galvanoplastias tiraban el efluente
líquido tóxico al campo
vecino y contaminaban la napa. O volcaban
directamente los metales pesados a
un canal abierto o al arroyo para
que se perdiera en el agua",
aseguró, para explayarse: "Otros,
incluso a nivel urbano, hacían
una inyección profunda en la
napa. O sea en un pozo negro prolongaban
el caño hasta la napa. Hemos
llegado a empresas que nunca habían
tratado sus efluentes tóxicos".
Probation ambiental
Ante este diagnóstico, Vázquez
trabaja en un proyecto para multar
con resultados efectivos a las empresas
que contaminen. "Las multas económicas
desde el punto de vista del medio
ambiente no sirven para reponer el
daño causado, y muchas veces
se incorporan como un costo más
del proceso productivo", señaló
el secretario, para agregar: "Queremos
que se aplique una probation ambiental
para que la industria sancionada -en
un plazo no mayor a 5 días-
en vez de pagar en efectivo construya
las obras tendientes a mejorar su
performance". Esta planta de
tratamiento estaría monitoreada
por el Estado provincial y las ONG
ambientalistas.
Gago, en cambio, exigió que
los privados construyan lo que se
denomina "relleno de seguridad"
para Rosario, "porque el mismo
mercado que ocasiona un problema para
toda la comunidad tiene que ser el
encargado de generar a su vez la solución".
Sobre este punto, Vázquez
recordó que Medio Ambiente
ha celebrado convenios con la consultora
alemana GTZ "con costo cero para
las empresas que requieran asesoramiento
técnico a los fines de encuadrarse
en las normas vigentes", pero
alertó que "el Estado
llega hasta este punto, el resto depende
de las empresas".
Como dato final, el funcionario provincial
reveló que gran parte de las
19 firmas locales que empezaron a
tratar progresivamente los efluentes
líquidos trabajaban normalmente
con cianuro y cromo 6, "sin ningún
tipo de reducción de daños
al ecosistema".
-¿Qué evaluación
puede hacer en Rosario sobre los niveles
de contaminación de sus arroyos?
-En Rosario hay mucha marginalidad,
pero necesariamente debemos comenzar
a respetar el medio ambiente. Aquellas
firmas que viertan residuos peligrosos
van a ser clausuradas.
10 de mayo de 2003
Fuente:
PÁGINAS
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