Queja de la organización
ecologista Greenpeace. Dicen que quemando
esos residuos se liberan elementos
tóxicos. Y quieren que se les
haga un tratamiento de esterilización.
La estatua de Gandhi, en Libertador
y República de la India. La
estatua del Pensador, en la Plaza
del Congreso. Ayer, diferentes estatuas
de la ciudad amanecieron con la boca
cubierta por un barbijo. De esta forma
la organización ecologista
Greenpeace reclamó al Gobierno
porteño medidas urgentes para
detener la incineración de
los residuos hospitalarios que, en
su mayoría, se realizan en
el conurbano bonaerense.
El pedido concreto es que la Legislatura
porteña apruebe un proyecto
de ley que prohíba la incineración
de estos residuos y que lleva varios
meses en discusión.
Pero hay más. "Como hace
años el 82% de los hospitales
porteños cerraron sus hornos
incineradores y contratan empresas
que queman los residuos en el conurbano,
la ley también prohíbe
esta contratación", explica
Verónica Odriozola, coordinadora
de campaña Tóxicos de
Greenpeace.
Según la organización
ecologista, está internacionalmente
aceptado que la incineración
de residuos hospitalarios (llamados
patogénicos), libera al medio
ambiente sustancias tóxicas
llamadas dioxinas.
"Las dioxinas son compuestos
altamente perjudiciales para la salud
y la más tóxica de ellas
fue clasificada por la Organización
Mundial de la Salud como un cancerígeno
humano", explica Odriozola.
También afirma que mientras
los efectos sobre la salud asociados
con las dioxinas han sido bastante
estudiados en Europa y Estados Unidos,
en Argentina no existen investigaciones
similares.
Dicen que las exposiciones a altos
niveles de este contaminante pueden
causar un tipo de enfermedad de la
piel conocida como cloracné,
otros problemas dérmicos y
daños hepáticos. Uno
de los efectos más estudiados
de la exposición a bajos niveles
de dioxinas durante períodos
prolongados sería el cáncer.
"En las comunidades del conurbano
cercanas a estas plantas de incineración
constantemente hay protestas de la
gente denunciando problemas de salud
parecidos", asegura Odriozola.
Una de las denuncias de Greenpeace
apunta a la falta de control sobre
las plantas de incineración
de residuos hospitalarios. A pesar
de que la legislación establece
niveles máximos permitidos
de emisión de dioxinas, Greenpeace
asegura que en el país no existen
laboratorios que puedan medir las
concentraciones de ese compuesto.
"Para analizar tan sólo
una muestra, habría que llevarla
al exterior y el costo sería
de 1.000 dólares", indica.
Es decir que nadie puede saber si
las emisiones exceden el límite
permitido.
Según Greenpeace, en mayo
de 2001 se firmó en Estocolmo
un convenio internacional para la
eliminación de 12 contaminantes
orgánicos persistentes. En
este grupo se encuentran las dioxinas.
Argentina firmó el convenio
con otros cien países.
"Además de las emisiones
al aire hay que tener en cuenta que
la incineración genera cenizas".
Y en ellas se concentran algunos metales
pesados. "Es muy común
que las empresas de incineración
almacenen las cenizas a cielo abierto
en tambores sin tapa o bolsas plásticas,
permitiendo la contaminación
de los alrededores. Yla toxicidad
dura años, por no decir décadas",
afirman los ecologistas.
Según Greenpeace, existen
alternativas para el tratamiento de
los residuos hospitalarios. "El
primer paso es una menor generación
de residuos explica Odriozola,
esto se logra separando mejor los
residuos dentro del hospital".
Así el volumen de residuo a
tratar resulta menor.
El segundo paso es reemplazar la
incineración por el tratamiento
de los residuos con tecnologías
de esterilización. "Varios
sanatorios ya lo hacen", agrega.
El proyecto de ley está en
consideración de la Comisión
de Salud de la Legislatura. Para acelerar
su aprobación, en la semana,
los representantes de Greenpeace entregarán
a todos los diputados de la Ciudad
un almanaque del 2002 que incluye
las fotos de las estatuas porteñas
con los barbijos y una leyenda: "La
incineración enferma a Buenos
Aires".
Hay una fábrica de cáncer
en Dock Sud que afecta a toda la Capital
El incinerador de residuos hospitalarios
de Dock Sud envenena el ambiente de
toda la Capital Federal con emanaciones
tóxicas, como las dioxinas
cancerígenas. El Gobierno de
la Ciudad aún continúa
incinerando allí los residuos
de los hospitales municipales. Sin
embargo, en los próximos días,
la Legislatura porteña tratará
una ley que prohibirá a los
hospitales municipales incinerar los
residuos que producen y además,
no permitirá el funcionamiento
de hornos incineradores de este tipo
de residuos en el ámbito de
la Ciudad. Greenpeace viene reclamando
hace tiempo para que esto suceda.
Y con tú ayuda lo puede lograr.
Entrá a nuestra página
www.greenpeace.org.ar para informarte
mejor y llamá a los jefes de
los principales bloques de la Legislatura
de la Ciudad. Reclamales que aprueben
la ley que prohibe la Incineración
de residuos hospitalarios.
María
Lucila Colombo (PJ) |
tel/fax,
(011) 4338-3047/3048 |
Marta
Oyhanarte (APR) |
tel/fax.
(011) 4338-3019/3020 |
Fernando
Caeiro (UCR) |
tel/fax:
(011) 4338-3029/3030. |
Ariel
Schifrin (FREPASO) |
tel/fax:
(011) 4338-3129/3130 |
6 de febrero de 2002
Fuente:
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