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El
núcleo ocupa el centro
de la célula. Envuelto
por la membrana nuclear,
adopta diversas formas a
partir de su actividad (reposo
o reproducción). |
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La estructura básica
de la materia orgánica, de
la que están compuestos los
seres vivos, es la misma que la de
la materia inorgánica. En efecto,
ambas consisten en partículas
de infinita pequeñez llamadas
moléculas, integradas a su
vez por átomos. Los átomos
se agrupan según fórmulas
invariables para formar las distintas
moléculas: en la molécula
de agua hay dos átomos de hidrógeno
y uno de oxígeno, que se representan
H2O. El hidrógeno, el oxígeno,
el carbono y muchas sustancias más
(117 hasta el momento) son los elementos
químicos: sustancias simples
que no pueden descomponerse químicamente
en otras.
También la
materia orgánica se agrupa
en moléculas formadas por átomos.
Sólo que en los seres vivos
predominan algunos elementos químicos
llamados biogenéticos: carbono,
hidrógeno, oxígeno,
nitrógeno, azufre, fósforo,
sodio, potasio, calcio y magnesio.
Puede haber otros elementos en menor
cantidad, pero los dos fundamentales
que se combinan en la materia viva
son el carbono, el hidrógeno,
el oxígeno y el nitrógeno.
Una característica de los elementos
biogenéticos es su escaso peso
atómico; de ahí su idoneidad
para formar la materia viviente. Loe
elementos pesados, en cambio, no aparecen
en la célula sino en el mundo
inorgánico.
Los compuestos
orgánicos
Los organismos están
compuestos en su mayor proporción
por agua. El cuerpo humano, por ejemplo,
está formado en un 70% por
agua. El cerebro, en particular, la
posee en el 85% de su masa. Las combinaciones
de elementos generan compuestos orgánicos
de tres tipos: glúcidos o azúcares,
prótidos o proteínas
y lípidos o grasas. A estos
se suman los ácidos nucleicos,
el agua y las sales minerales.
El agua se encuentra
en mayor proporción cuanto
mayor sea la intensidad fisiológica
de un órgano. Es vehículo
de entrada y salida de todas las sustancias
que pasa por la célula y, también
modera los cambios de temperatura.
Las sales minerales son principalmente
cloruros, fosfatos, carbonatos, bicarbonatos
y sulfatos de sodio, potasio, calcio
y magnesio. Representan un 4,3% de
la materia animal y un 2,5% de la
vegetal.
Los glúcidos
o azúcares son llamados también
hidratos de carbono, o carbohidratos.
Están formados por carbono,
oxígeno e hidrógeno.
La cantidad de glúcidos que
existe en la naturaleza es mayor que
toda la de las demás sustancias
orgánicas juntas. La celulosa,
sostén estructural de las plantas,
y el almidón que abunda en
cereales, raíces y tubérculos,
son carbohidratos. También
son glúcidos la lactosa, o
azúcar de la leche, la sacarosa,
o azúcar de caña, y
la maltosa, o azúcar de malta.
El glúcido que más abunda
en el hígado, en los músculos
y en la sangre es la glucosa. Los
glúcidos son utilizados como
fuente energética por la mayoría
de los seres vivos; y en el caso de
los vegetales también como
soporte.
Los prótidos
o proteínas compuestos de hidrógeno,
oxígeno, carbono y nitrógeno,
son el armazón del protoplasma
o unidad celular. Abundan más
en los animales que en los vegetales.
La carne, por ejemplo, contiene un
20% de proteínas, contra apenas
el uno por ciento de peras, manzanas
y limones. Otros alimentos ricos en
proteínas son los huevos, la
leche y las legumbres. En ellos, la
proteína es contenida como
albúmina de la clara de huevo,
caseína de la leche y legúmina
de las legumbres. Estos compuestos
orgánicos intervienen en la
elaboración de tejidos. Es
importante incluirlos en la dieta,
porque el organismo destruye y reemplaza
las proteínas de las células.
Un tercer compuesto
orgánico es el de los lípidos
o grasas, formados por carbono, hidrógeno
y oxígeno. Son sustancias de
reserva energética en organismos
vegetales y animales, y aparecen en
el estado sólido y líquido.
Las grasas forman el tejido adiposo,
que se deposita bajo la piel, en el
sistema nervioso y en la médula
ósea; son aislantes de la temperatura.
Aportan el doble de calorías
que los otros compuestos, pero tienen
menor cantidad de agua, lo que hace
más difícil digerirlas.
Los alimentos más
ricos en grasa son la manteca, el
queso, los aceites y la carne.
Otros compuestos
presentes en los organismos vivos
son los ácidos nucleicos, concentrados
en el núcleo y el citoplasma
celular. Están constituidos
por varias sustancias: monosacáridos,
ácido fosfórico y nitrógeno.
Hay dos tipos de ácidos nucleicos,
llamados ácido desoxirribonucleico
(ADN) y ribonucleico (ARN). El ADN
constituye el 45% de la masa cromosómica,
es decir, de la sustancia que en el
núcleo de cada célula
contiene los factores hereditarios.
El ARN se encuentra en el citoplasma,
dividido en tres tipos según
su función: mensajero, ribosómico
y de transferencia. Este ácido
interviene principalmente en la síntesis
de proteínas.
La célula
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La
célula es la unidad
estructural funcional de
todos los seres vivos, es
decir que todos ellos están
formados por células,
desde una sola en los más
simples, hasta varios billones
en los más complejos.
El tamaño de las
mismas es muy variable:
en general son microscópicas,
pero es posible observar
algunas a simple vista.
Las células de los
organismos animales difieren
de las de los vegetales:
estos últimos poseen
una pared compuesta fundamentalmente
por celulosa, lo que les
proporciona rigidez. |
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La célula
es la unidad esencial de todos los
seres vivos, tanto en su estructura,
o ana-tomía, como en su funcionamiento,
o fisiología. Puede existir
por sí misma, como organismo
unicelular, o combi-narse con millones
de otras células para formas
los tejidos. En las for-mas vivientes
más complejas, los teji-dos
forman parte de órganos, y
los órga-nos se agrupan en
aparatos o siste-mas.
Desde la invención
del microscopio en el siglo XVII y
sus posteriores perfec-cionamientos,
comenzó la exploración
de la célula; hoy, es posible
observarla en toda su estructura.
Es una masa mas o menos líquida
y químicamente compleja, llamada
protoplasma, que en su interior contiene
el núcleo y está recubierto
por la membrana celular. En esta membrana
tiene lugar el proceso de ósmosis
(pasaje de líquidos a través
de una membrana semipermeable, tanto
de adentro hacia fuera, como de afuera
hacia adentro), por medio del cual
se realiza el intercambio de sustancias
con el exterior. Hay en la membrana
enzimas especiales, reguladoras de
glucosa. En el caso de los vegetales,
la membrana celular es un compuesto
filamentoso de celulosa, que protege
al citoplasma y da rigidez a la planta.
El citoplasma es
una sustancia transparente y viscosa,
compuesta en un 80% de agua y contiene
diversos elementos químicos.
Dentro del citoplasma, diferentes
orgánulos son responsables
de las funciones vitales. Las mitocondrias
se hallan en movimiento constante
y contienen enzimas oxidantes, reguladoras
de los procesos respiratorios en lo
que se obtiene energía. Los
ribosomas son partículas submicroscópicas,
presentes en todas las células.
Dirigen la síntesis de las
sustancias proteicas, y pueden hallarse
libres dentro del citoplasma o unidos
a las membranas del retículo
endoplasmático. Los lisosomas,
delimitados por una membrana de enzimas
digestivas, cumplen la función
de asimilar alimento. Cuando una célula
absorbe una sustancia orgánica
forma en su interior una partícula,
la vacuola o fagosoma, acercándose
al lisosoma. Éste cede las
enzimas necesarias para la destrucción
del material, cuyos residuos pueden
ser eliminados o mantenidos en la
célula como pigmentos. Otros
orgánulos son los plásticos,
que desempeñan funciones metabólicas
propias del reino vegetal, utilizando
pigmentos. Así, los cloroplastos
están en toda la zona verde
de la planta, pero especialmente en
las hojas, donde gracias a la clorofila
que contienen cumplen el proceso de
fotosíntesis. Esta función
permite al vegetal crear energía
a partir de la luz solar. Otros plásticos
fabrican almidón (leucoplastos)
o dan color a los frutos (cromoplastos).
El aparato de Golgi es una estructura
membranosa, también presente
en el citoplasma. Su función
es sintetizar glúcidos.
En el centro del
citoplasma de halla un corpúsculo
que adopta diversas formas a partir
de la actividad celular (reposo o
reproducción) denominado núcleo,
que recubierto por una membrana nuclear
originada a partir del retículo
endoplasmático, está
integrado por jugo nuclear o carioplasma
y en su interior se observan los nucléolos
(partículas de proteína).
Dentro del núcleo se halla
una retícula llamada cromatina,
que forma los cromosomas, filamentos
del ácido desoxirribonucleico
(ADN) que son los responsables de
la transmisión de los caracteres
hereditarios de todos los seres, unicelulares
o pluricelulares.
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Mitocondria |
Microtúbulos |
Centriolas |
Retículo
endoplasmático rugoso |
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Lisosoma |
Aparato
de Golgi |
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