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Los
que padecen enfermedades
respiratorias serán
las primeras víctimas. |
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Dos científicos británicos
aseguran que las trincheras de petróleo
ardiendo alrededor de Bagdad representan
una amenaza para la salud de sus habitantes.
Un estimado señala que la
contaminación generada por
los incendios podría producir
miles de muertes, especialmente entre
aquéllos que padecen enfermedades
respiratorias.
Los incendios fueron provocados por
las fuerzas iraquíes con el
fin de crear una cortina de humo que
impida los bombardeos.
Sin embargo, según los expertos
militares, en realidad, ésta
es una táctica poco efectiva
frente a la nueva tecnología.
Las revelaciones sobre los efectos
de la combustión de petróleo
en la guerra fue hecha por los científicos
en el Instituto Real en Londres.
Niveles aceptados
El profesor Ian Colbeck, del departamento
de ciencias biológicas de la
Universidad de Essex, Reino Unido,
dijo que estaba preocupado por los
niveles de partículas cancerígenas,
llamadas PM10, que han sido liberadas
por los incendios.
Estas partículas, de menos
de 10 micrómetros, pueden penetrar
profundamente en los pulmones, y han
sido asociadas con aumentos en las
tasas de enfermedad y muertes.
"Creo que los actuales niveles
en Bagdad están muy por encima
de los límites de la Unión
Europea y la organización Mundial
de la Salud", indicó Colbeck.
El mayor peligro es para los que
sufren cualquier dificultad respiratoria.
"Habrá entre 1.000 y 5.000
muertes adicionales a consecuencia
del humo", añadió.
Colbeck dijo que "estar en Bagdad
en este momento es como vivir encerrado
en un garaje de autobuses, con todos
los motores encendidos al máximo.
No obstante, en términos militares,
el humo no ayudará mucho a
los iraquíes, aunque quizás
sea de alguna utilidad militar si
se llega a la guerra urbana con las
fuerzas de la coalición".
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Una
mortal cortina de humo para
confundir a los bombarderos. |
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Peor que las bombas
James Readman, profesor de biogeoquímica
en el Laboratorio Marino de Plymouth,
Reino Unido, asegura que el humo puede
dificultar el que las bombas guiadas
por láser den en el blanco.
Pero pocas de esas bombas están
siendo usadas contra Bagdad y la mayoría
de las armas de las fuerzas encabezas
por Estados Unidos no se verán
afectadas por el humo.
Según Readman, los efectos
en la salud de los iraquíes
serán mucho más graves.
"Nos deben preocupar los hidrocarbonos
policíclicos (PAHs) que salen
de la quema de petróleo pues
son cancerígenos", señaló.
Además de ser cancerígenos,
se ha demostrado que pueden causar
problemas de reproducción y
defectos de nacimiento en animales
de laboratorio.
Muchos iraquíes afirman que
los índices de cáncer
en el sur del país se dispararon
a partir de la guerra del Golfo en
1991.
Sin embargo, no se ha comprobado
si la causa fue la contaminación
de los pozos incendiados o el uranio
empobrecido utilizado en algunas municiones,
como como sospechan muchos de los
que combatieron en esa guerra.
30 de marzo de 2003
Fuente:
PÁGINAS
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