El esqueleto
del Aucasaurus es uno de los mejor
conservados hallados en el país.
Los restos tienen una antigüedad
de 80 millones de años. El
animal medía siete metros de
largo y dos de alto. Con sus tres
toneladas, era un predador muy activo.
La familia de los
dinosaurios patagónicos ha
sumado un nuevo integrante: el Aucasaurus
garridoi. Paleontólogos del
Museo Carmen Funes de Plaza Huincul,
Neuquén, y del Museo de Historia
Natural de Los Angeles, Estados Unidos,
publicaron en el último número
del Journal of Vertebrate Paleontology
la descripción de un dinosaurio
carnívoro desconocido hasta
ahora, que solía pasearse hace
80 millones de años por las
cercanías de donde se encuentra
hoy esa ciudad neuquina.
"Si bien todavía
no hemos calculado con precisión
su peso, estimamos que este dinosaurio,
que medía aproximadamente siete
metros de largo y dos de alto, debió
haber sido relativamente liviano:
debe haber pesado alrededor de tres
toneladas", dijo Rodolfo Coria,
paleontólogo a cargo del Museo
Carmen Funes y primer autor del estudio.
Los restos fósiles
del Aucasaurus hallados en marzo de
1999, en la localidad fosilífera
apodada Auca Mahuevo, a 40 kilómetros
al sur del volcán Auca Mahuida,
se encuentran entre los de los ejemplares
de dinosaurios argentinos más
completos que se conocen. "Está
completamente articulado y sólo
le falta el extremo de la cola -apuntó
Coria-. Aunque el cráneo está
un poco aplastado, restaurarlo es
sólo cuestión de paciencia."
Cráneos
característicos
"El descubrimiento
del Aucasaurus es significativo para
el conocimiento de la fauna del cretácico
patagónico -señaló
Luis Chiappe, jefe del Departamento
de Vertebrados, del Museo de Historia
Natural de Los Angeles y segundo autor
del estudio-. No sólo porque
adiciona una especie de dinosaurio
que no se conocía previamente,
sino porque el Aucasaurus preserva
varias partes del cuerpo que no eran
bien conocidas en otros abelisaurios
."
Los abelisaurios
constituyen un grupo de dinosaurios
carnívoros que poblaron el
supercontinente denominado Gondwana,
que luego se fragmentó en lo
que hoy es América del Sur,
Africa, Madagascar, India, Australia
y Antártida.
"Una de las
características distintivas
de este grupo es que poseían
distintas formas de ornamentación
en sus cráneos -señaló
Coria-. Así como el Carnotaurus
tenía dos poderosos cuernos
encima de los ojos, el Majungatholus
un solo cuerno en la frente y el Abelisaurus
dos imponentes arcos superciliares,
el Aucasaurus poseía dos pequeñas
protuberancias arriba de los ojos
que no llegaban a ser cuernos."
.
El porqué de estas formas de
ornamentación craneana en los
abelisaurios es todavía un
misterio. "La presencia de cuernos
es característica de animales
herbívoros, no de carnívoros
como el Aucasaurus -apuntó
este especialista en vertebrados-.
Su objetivo no es tanto la defensa
(que en todo caso es una consecuencia
de la presencia de estas estructuras)
sino llamar la atención a la
hora de la reproducción; quizás
ésa era también la función
que cumplían en estos dinosaurios."
Velocidad de
ataque
De lo que sí
están seguros los paleontólogos
es que el Aucasaurus debió
haber sido un predador muy activo.
"Tenía miembros posteriores
muy poderosos que seguramente le permitían
desarrollar una buena velocidad -comentó
Coria-. El Tiranosaurio rex, cuya
principal limitación para correr
era el peso, alcanzaba los 35 kilómetros
por hora; al Aucasaurus, que es un
50% más pequeño, no
le hubiera costado correr a esa velocidad."
De lo que poco se
sabe todavía es de las características
del hábitat de este nuevo dinosaurio
patagónico. "Es poco lo
que sabemos -afirmó el paleontólogo-:
el esqueleto se encontró en
lo que fue una laguna poco profunda,
pero de gran extensión regional;
eran aguas calmas y estacionadas,
aunque muy bien oxigenadas ya que
encontramos numerosos restos de crustáceos
de agua dulce rodeando el esqueleto."
Actualmente, Coria
y sus colegas del Museo Carmen Funes
trabajan en la preparación
de la totalidad de los restos fósiles
del Aucasaurus que les permitirá
realizar una descripción aún
más completa y detallada del
animal.
"Pero eso nos
llevará varios años",
concluyó Coria.
26 de julio de 2002
Fuente:
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