Será tema
central de la reunión sobre
desarrollo que se iniciará
mañana en Africa. Desaparecieron
más de 800 especies, y al menos
11 mil están en peligro de
extinción. Año tras
año se pierden fuentes alimentarias
y de elaboración de medicamentos.
PARIS.- Desde la
Cumbre de la Tierra en Río
de Janeiro, hace 10 años, más
de 180 países han firmado un
acuerdo para preservar una de las
fuentes naturales más valiosas
del planeta: la gran variedad y diversidad
de especies vegetales y animales.
Pero cuando el mundo se prepara para
lanzar el tema nuevamente en el encuentro
de Johannesburgo que comienza mañana,
los datos muestran que la humanidad
está malgastando esta riqueza
biológica hasta punto tal que
los científicos describen la
época actual como el período
de mayor extinción masiva desde
la desaparición de los dinosaurios.
Más de 800
especies ya han desaparecido, en general
debido a la degradación de
su medio ambiente, y 11.000 más
están amenazadas de extinción,
según la World Conservation
Union.
Además, en
una amenaza conexa que creció
en la década posterior al encuentro
de Río, la naturaleza está
siendo modificada con experimentos
genéticos irreversibles de
plantas y desafiada por la ingeniería
genética en humanos y animales.
El secretario general de la ONU, Kofi
Annan, incluyó la diversidad
biológica como una de las cinco
prioridades para la Cumbre Mundial
para el Desarrollo Sostenible.
Los temas son vitales,
porque la desaparición de diferentes
clases de vida animal y vegetal tiene
profundas implicancias para la salud
y la supervivencia de la humanidad.
Los científicos,
por ejemplo, recuerdan que la mayoría
de las nuevas medicinas en la naturaleza
y de los 150 principales medicamentos
prescriptos en EE.UU. proviene en
más de la mitad de los casos
de fuentes naturales. Un hongo de
la tierra, en América latina,
brinda una de las mayores esperanzas
para combatir bacterias mortíferas
que son resistentes a los antibióticos
conocidos. Caracoles, serpientes,
ranas y estrellas de mar ofrecen la
promesa de analgésicos varias
veces más potentes que la morfina.
Con la actual tasa
de extinción, la humanidad
está perdiendo una droga importante
en potencia cada dos años,
según el World Atlas of Biodiversity.
La pérdida
de la diversidad también puede
hacer más difícil encontrar
las especies adecuadas de cultivos
para alimentar a una creciente población.
En la década posterior al encuentro
de Río, 182 países firmaron
el acuerdo sobre diversidad biológica.
Se requieren firmas para establecer
estrategias, pero sólo se ha
reunido menos del 40 por ciento.
Negocios v. diversidad
Mientras tanto,
las dos principales fuentes de biodiversidad,
los bosques tropicales y los arrecifes
de coral, han continuado degradándose.
Uno de los temas de Johannesburgo
será si los gobiernos se ponen
de acuerdo en tomar medidas para premiar
a los países en desarrollo
proveyéndolos de tecnología
para la conservación de las
fuentes naturales. Hasta el momento,
en general, se centralizaron en su
interés por proteger y extender
los derechos legales de las corporaciones
multinacionales como los de los laboratorios
en patentar materiales biológicos.
En las negociaciones
internacionales los países
en desarrollo destacaron el principio
de soberanía sobre los recursos
naturales, ya que existe una convicción
muy extendida en ellos de que "los
intereses comerciales excluyen a los
relacionados con la protección".
En una reunión
preparatoria de la cumbre en Bali,
del 27 de mayo al 7 de junio, los
delegados no coincidieron en una fórmula
para resolver las diferencias entre
los acuerdos comerciales y los ambientales.
El tema será tratado nuevamente
en Johannesburgo y promete ser explosivo.
Los países
en desarrollo consideran muy perjudicial,
en este sentido, el patentamiento
de medicinas tradicionales, basadas
en fuentes naturales, por parte de
las grandes corporaciones. Un caso
llamativo fue el intento de patentar
la cúrcuma como medio para
la cura de heridas. El gobierno de
la India logró anular esa patente
con el argumento de que ese remedio
había sido utilizado durante
muchas generaciones en ese país.
En cuanto a la biotecnología,
en la cumbre de Río estaba
aún en pañales, pero
se la describía como una cura
milagrosa para el hambre y la enfermedad
en el mundo. Una década después,
sin embargo, "la biotecnología
no brinda ni más comida ni
mejor salud a los pobres", según
World Watch, que agrega: "La
razón es obvia: como siempre,
los pobres no son el mercado de nadie".
De las 1200 nuevas medicinas de los
últimos 20 años sólo
13 apuntan a enfermedades tropicales
que afligen al mundo en desarrollo.
En una época
en que miles de millones viven en
la miseria y varios millones se mueren
de hambre, una de las mayores demandas
en los países ricos es la de
medicinas contra la obesidad.
25 de agosto de 2002
Fuente:
PÁGINAS
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