Nuevamente los
drenajes truchos azotan a productores
al sur de la ruta 8. La 2-S está
anegada cerca de Rufino por suelos
saturados y cuestionadas obras en
los campos.
La lluvia de las últimas semanas
saturó el suelo del extremo
sur provincial. Lo que sigue es la
falta de absorción, conocida
como "efecto vidrio". Los
220 milímetros caídos
al sur de la ruta 8 en las dos últimas
semanas hizo que nuevamente comenzaran
a funcionar las obras clandestinas.
El productor Marcelo Chiapero amplió
la denuncia al respecto en los Tribunales
de esta ciudad. El riesgo de los drenajes
truchos no se hizo esperar, la ruta
provincial 2-S, que une Colonia La
Inés con Rufino quedó
nuevamente cortada y anegada.
Mientras se cumple con rigor inusitado
el pronóstico de un otoño
llovedor, una causa estacional potencia
la saturación del suelo. En
esta época del año cesan
los procesos que generan consumo de
nutrientes y de agua por parte de
los sembrados y esta falta de actividad
tiene un efecto negativo en la absorción
del terreno. "Ese es el momento
en que las obras clandestinas comienzan
a provocar daños y riesgos,
porque su finalidad es evacuar el
agua excedente", explicó
el productor.
Chiapero volvió a los Tribunales
para denunciar otro curso irregular
de agua que drena hacia la ruta 2-S,
además, de otra detectada al
oeste de la zona urbana. Días
atrás, el productor documentó
públicamente la existencia,
siempre aludida de las canalizaciones
clandestinas, pero aún espera
una respuesta a sus revelaciones.
"Fue una denuncia contra el aparato
burocrático donde todos los
funcionarios cuidan su huertita",
enfatizó el productor que perdió
cuatro cosechas consecutivas por el
anegamiento de sus campos.
Para Chiapero el impacto de sus denuncias
fue minimizado por los funcionarios
para no generar conflictos. "La
razón no es otra que encubrir
y desacreditar todo lo que se diga
al respecto, porque se les vienen
encima todos los reclamos de los productores
aguas abajo, como los de Aarón
Castellanos, y de todos los que consideren
que fueron perjudicados por estas
obras clandestinas", argumentó.
Las aguas bajan turbias
El productor que denunció
ante los Tribunales de Rufino obras
clandestinas en la estancia La Pichaina,
al norte de la zona urbana, tampoco
puede dar crédito al informe
con el que Vialidad Provincial respondió
al requerimiento de la Justicia. "El
titular de Vialidad, José Dambrosio,
envió un informe diciendo que
los cortes denunciados no afectarían
a la ruta", relató.
Según Chiappero, el peligro
de inundación de la ruta 2-S
sigue vigente mientras no se reviertan
las obras que desvían las aguas
hacia su traza. Si llegara a inundarse
como ocurrió en mayo y octubre
del año pasado, no se podrían
sacar las cosechas y se perderían
los lotes sembrados; en la actualidad
la ruta 2-S no está anegada,
pero si saturada. Creo que los funcionarios
están cuidando el silloncito
por si el gobernador Carlos Reutemann
llega a ser candidato a presidente",
disparó.
En el marco de las actuaciones que
realiza el Juzgado en lo Penal de
Rufino, el ingeniero José Sánchez,
por Hidráulica de la provincia,
recorrió los establecimientos
La Pichaina, Albertengo y Tibiletti,
aludidos en la denuncia presentada
por Chiappero a fin de constatar drenajes
irregulares. La medida es la tercera
que el Tribunal le requirió
a esa dirección provincial
por contradicciones en los informes
anteriores, explicó el productor.
Para Chiappero, Sánchez fue
genérico y no dio precisiones
cuando se le pidió información
sobre la inspección realizada.
"Admitió que hay obras
pero no precisó conexiones
a la ruta 2-S ni canales por más
de 13 kilómetros dentro del
establecimiento", apuntó
el productor. Además, dijo
que el objetivo de minimizar las denuncias
es no dejar al descubierto que las
obras estarían construidas
desde 1997, y que Hidráulica
nunca tomó intervención
como contralor del drenaje hacia La
Picasa.
"Estamos en una zona liberada
y si preguntáramos cuántas
veces Hidráulica descubrió
desde 1997 a la fecha, obras clandestinas
y denunció las mismas. Estoy
seguro que sería un número
irrelevante en comparación
a las existentes y activadas al día
de hoy", enfatizó Chiappero.
Además, dijo que siguiendo
esa hipótesis, se concluye
que tiene razón el presidente
comunal de Aarón Castellanos
cuando habla del impacto de las obras
clandestinas en la elevación
del pelo de agua de la laguna La Picasa.
También acotó que circulan
versiones sobre obras clandestinas
de similares características
a las denunciadas, en el establecimiento
El Aguacero, ubicado al oeste de Rufino,
y que pertenece a la misma propietaria
de la estancia La Pichaina. "Me
pregunto si estas obras existen, y
en tal caso, quién las habrá
dirigido", se interrogó
el productor. "Parecería
que todo es una gran corporación,
pero no tengo claro en beneficio de
quiénes".
20 de abril de 2002
Fuente:
PÁGINAS
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