El plan busca
aliviar el 65 por ciento de la disposición
final de residuos. Avanzan los estudios
en Alvear.
A partir de febrero, la Municipalidad
derivará 150 toneladas diarias
de basura -de las 800 que se generan
en Rosario- a un relleno sanitario
ubicado en la localidad de Pérez.
Y para fin de mes, ya se piensa en
trasladar otras 100 toneladas a Ricardone.
El cronograma de reducción
de residuos en el relleno sanitario
Gallego III comenzó hace 10
días con el desvío de
300 toneladas diarias tanto de escombros
como de material reciclable hacia
otros destinos. Mientras tanto, técnicos
de Política Ambiental comenzaron
ayer los estudios de impacto ambiental
en el futuro relleno ubicado en Alvear,
donde a partir de mayo deberían
comenzar a volcarse todos los desechos
que se produzcan en Rosario.
Los funcionarios de la Intendencia
apuestan a dar una señal positiva
a los vecinos del relleno sanitario
Gallego III, con quienes a mediados
de mes se habían comprometido
a cumplir un cronograma de reducción
de residuos hasta llegar al 14 de
mayo.
Precisamente la disposición
final en Rosario debería cesar
en esta fecha y trasladar la basura
domiciliaria al predio ubicado en
Alvear. Mientras tanto, ya se están
reduciendo las 800 toneladas que diariamente
se generan en la ciudad. Unas 20 toneladas
que produce el barrido de las calles
va a parar, junto a escombros y desechos
inertes, al predio municipal Gallino,
de Presidente Perón al 8000.
Otra gran proporción es entregada
a seis cooperativas de recuperación
de residuos que funcionan frente al
Gallego III. Ahora, y según
anticipó el director de Política
Ambiental, Claudio Censín,
desde el 2 de febrero "empezarán
a disponerse en el relleno privado
de Pérez unas 150 toneladas
diarias que vienen de Rosario y se
estima que el 15 de este mes se llevarán
a Ricardone otras 100 toneladas".
De ser así, se estaría
descomprimiendo el 65 por ciento de
los residuos que recepcionaba Gallego
III, alrededor de unas 800 toneladas
por día. A su vez, Censín
indicó que desde ayer "técnicos
de la repartición están
realizando los estudios de suelo y
nivelación de tierras en el
predio de Alvear con el fin de tener
terminado el análisis de impacto
ambiental para fines de febrero".
Cautela entre los vecinos
Tras haber aceptado este nuevo plazo
planteado por el municipio, los vecinos
de Puente Gallego analizan con cautela
cada paso prometido. "Veremos
si esta vez se dignan a cumplir los
plazos", indicó el vocero
del grupo, Juan González, para
insistir que "la gente del barrio
sigue siendo discriminada del resto
de Rosario porque continuamos funcionando
como base de operaciones de la Intendencia,
hasta que se les ocurra cerrar el
relleno sanitario".
Pero la polémica ganó
la zona. Las seis cooperativas de
reciclado que funcionan en el barrio
repudiaron el cierre de sus fuentes
de trabajo, postura que contrasta
con el resto de los vecinos. El hecho
es que está en juego la suerte
de unos 80 cirujas que viven de la
llegada de los camiones recolectores
al Gallego III. Al respecto, el titular
de la comisión de Ecología
del Concejo, Pablo Javkin propuso
armar en el lugar una miniplanta de
reciclado, y a su vez erradicar un
basural a cielo abierto que existe
en las proximidades con el fin de
transformarlo en una huerta.
"Debemos garantizar que algunos
camiones ingresen al Camino Viejo
a Soldini para abastecer esta planta
de procesamiento de residuos. En tal
sentido ya tenemos pensado un plan
con los supermercados de la ciudad",
remató Javkin.
24 de enero de 2002
Fuente:
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