Temores en Beltrán y Bermúdez por la instalación de una planta de residuos

Argentina genera 30 mil toneladas diarias de basura, 400 son del cordón industrial. Los vecinos denuncian los peligros de la incineración. La empresa dice que el método de vitrificación no contamina.

Fray Luis Beltrán. - En las últimas semanas ha crecido la polémica sobre el destino y procesamiento de los residuos en el cordón. Los vecinos de Beltrán y Capitán Bermúdez vienen reclamando que les aclaren detalles de un acuerdo firmado por la Municipalidad beltranense, ad referéndum del Concejo, para la instalación de una planta de tratamiento de los residuos sólidos urbanos e industriales. Los temores en ambas ciudades están centrados en si la compañía Royal Logistic está en condiciones de procesar PBC (binéfilos policlorados) y si los procedimientos para incinerar desechos no son contaminantes.

Por su parte, la empresa aclaró que el método que empleará es el de reciclado, compotaje y vitrificado por transformación molecular que posee un grado nulo de contaminación.

En la Argentina son generadas 30 mil toneladas diarias de residuos urbanos, lo que equivale a unas 900 mil mensuales, de las cuales en la zona del cordón se originan 400 toneladas diarias de desechos industriales, correspondiendo a Beltrán unas 15 toneladas. En el país los residuos suelen ser volcados en rellenos sanitarios, contaminando ríos, lagos y napas de aguas subterráneas. Hay millones de toneladas de desechos esparcidos en basurales.

"La incineración en hornos en el mundo ha provocado, según estadísticas de Greenpeace, cáncer de hígado, pulmón y malformaciones. No obstante la empresa argumenta que va a hacer un proceso especial que denomina vitrificado final de las cenizas, proceso para el cual no existe planta piloto; eso nos preocupó más, que vengan a experimentar en la zona", dijeron Cristián Chapelet, Domingo Giampani, Cecilia Bianco, Claudio Armento y Enrique Piñero, vecinos de Beltrán.

"El vitrificado es una combinación molecular de las cenizas, las dioxinas del vapor no las tratan, sólo las filtran", afirmó Bianco. Asimismo, los vecinos explicaron que "no hay controles sobre las zonas potenciales contaminantes. Vemos pasar a diario los camiones con azufre sin tapar. En Beltrán hay una cava de arsénico a sólo 500 metros del ejido urbano".

Los vecinos denunciaron que "en el contrato que firmó el intendente de Beltrán hay una cláusula que expresa que la empresa no tiene límites en la cantidad, calidad o jurisdicción para traer residuos de cualquier tipo y lugar del mundo. Recordemos que la Cámara de Senadores de la Nación aprobó la entrada de residuos nucleares de Australia y que en Buenos Aires se acaba de prohibir la incineración de residuos patológicos, por lo que lo más probable es que vengan a hacerlo aquí".

Asimismo, indicaron que "el Concejo está dividido en este tema. Según la Municipalidad, la instalación del horno daría trabajo a unas 180 personas, pero creemos que apenas serán unas 10. En Villa Constitución y Coronel Bogado rechazaron proyectos similares. Estamos cansados que nos mientan. La ley nacional 24.051 fija minuciosamente las sustancias que pueden ser tratadas, pero en el contrato firmado en Beltrán se hacen menciones genéricas poniendo residuos industriales, por ejemplo. Antes de firmar el convenio no se hicieron estudios y está manejado con una liviandad inadmisible".

Giampani aclaró que "para detectar la dioxina en el aire se requiere de estudios de laboratorios muy costosos, además de instrumentales que están en Alemania o Suecia. La distancia permitida, según la ley, para instalar estas empresas es a 2.000 metros del ejido urbano. En Beltrán es imposible cumplir esto por la proximidad con las localidades vecinas. No tenemos problemas para que se instale una planta de residuos sólidos urbanos, la cuestión es que en este caso se orienta a los residuos industriales. Tanto Greenpeace como la Organización Mundial de la Salud dicen que las empresas de este tipo son una fábrica de cáncer seguro".

"En Theobald se instaló un sistema de hornos microondas y los peritos demostraron que la tecnología no emitía sustancias tóxicas al ambiente, o sea que hay alternativas. Otra opción sería ubicar el horno fuera del ejido", afirmaron los vecinos, que llevaron su inquietud a la Defensoría del Pueblo de Santa Fe, organismo que prometió elevar el tema a la Secretaría de Medio Ambiente provincial.