|
Los
bomberos controlaron el
fuego abajo, pero sigue
en los cerros. |
|
Si bien está extinguido en las
zonas más cercanas a la ciudad,
el incendio en el pedemonte godoicruceño
sigue vivo en las faldas de los cerros
De la Cruz y Los Camellos (de unos 2.700
msnm). Por esta razón, técnicamente
no se lo puede dar por terminado, aunque
a esa altura no se puede combatir por
tierra ni por aire. Abajo, en el pedemonte,
sigue alerta la guardia de cenizas.
Si bien no hubo pérdidas de
bienes ni heridos, el daño
del incendio fue sobre la flora y
la fauna natural del lugar. Sobre
todo en la flora. Porque los pájaros
y algunos pocos mamíferos que
allí habitan pudieron huir
de las llamas.
La vegetación autóctona,
en cambio, se ha visto más
perjudicada porque demandará
más de diez años en
recuperarse y es posible que muchas
especies se pierdan definitivamente.
Para obtener mayores precisiones
sobre las pérdidas, una campaña
de Recursos Naturales saldrá
en cuanto mejore la visibilidad y
recorrerá los sectores más
representativos de las 15 mil hectáreas
afectadas.
En el pedemonte conviven jarilla,
albaricoque, ala de loro, monte negro,
llaullín, oreja de gato, zampa,
pencas, chañar brea, algarrobo
y coirón.
La flora de monte (como la jarilla)
tardará unos diez años
en recuperarse, mientras que los pastos
son de recuperación más
rápida. Según Mario
Day, jefe de Flora de Recursos Naturales,
las cactáceas (cactus) son
los primeros en reaccionar y los pastos
que vienen no son los deseables.
No sólo se pierde lo
que se ve. Al quemarse el sustrato
orgánico se pierde la actividad
bacteriana de la zona, agregó
Day.
Respecto a la fauna, de acuerdo a
la Guía de Educación
Ambiental de Mendoza, el crecimiento
urbano, la cacería furtiva
y otros factores han provocado que
especies como el guanaco, el suri,
la mara y otros, se desplacen hacia
otras áreas.
Se encuentran animales de tamaño
menor como tunduques, cuises (roedores),
zorro gris chico, reptiles, anfibios
e insectos. Predominan las aves como
martinetas, yales, calandrias, gauchos
serranos, cabecitas negras, jilgueros,
pititorras; además de las rapaces
como águilas mora, jotes cabeza
negra, cernícalos y milanos
blancos. Como ya pasó
la época de nidificación,
el riesgo fue menor que si hubiese
sido en diciembre. Además,
el fuego se desplazó lentamente
y los animales pudieron huir,
dijo Gustavo Solá, jefe de
Fauna.
5 de febrero de 2003
Fuente:
PÁGINAS
RELACIONADAS: 1
- 2
- 3
- 4
- 5
- 6
- 7
- 8
- 9
- 10
- 11
|