Entre el domingo
y ayer se quemaron unas 3.500 hectáreas
de campos con pasturas naturales,
que los crianceros utilizan para alimentar
a sus animales durante el invierno.
El siniestro afectó
parte de los cerros Amarillos, El
Morocho y Patahuillos, frente a la
laguna de Llancanelo, aunque fuera
del territorio de la reserva natural.
Según personal
de Recursos Naturales y Renovables
a cargo de las tareas, en las que
colaboraron unas 20 personas entre
pobladores de la zona, Defensa Civil
de Malargüe y guardaparques,
el fuego habría comenzado por
la imprudencia de "picheros",
como se denomina a los cazadores de
piches.
Humberto Sagal,
Domingo Chávez y José
Soto, son -entre otros- los puesteros
que han visto afectado sus campos.
También los brigadistas debieron
evacuar a una dotación -de
10 efectivos- petrolera de terminación.
La fauna silvestre
no se vio afectada ya que al no existir
alambradas pudieron huir del fuego.
El daño perjudica directamente
a los crianceros porque si no se registran
lluvias las pasturas quemadas no podrán
recuperarse.
Estos campos malargüinos
se suman a la larga lista de vastas
zonas de San Rafael y Alvear que este
verano ya han sido víctimas
de la voracidad de las llamas.
29 de enero de 2003
Fuente:
PÁGINAS
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