Dentro de las regiones
que componen el territorio argentino,
la de las Sierras Pampeanas es una
de las más ricas en paisajes
y producción industrial.
Está constituida
por sectores de la provincia de Tucumán,
Catamarca, La Rioja, San Juan, San
Luis, Córdoba y una pequeña
zona de Santiago del Estero. Limita
al norte con la región del
Noroeste, al sur con la Llanura Pampeana,
al este con las regiones del Chaco
y Llanura Pampeana y al oeste con
Cuyo.
En cuanto a la población,
la región de las Sierras Pampeanas
es de gran importancia arqueológica,
puesto que se han encontrado restos
de vida de la era mesozoica. Hace
10.000 años, durante el período
paleolítico, los valles fueron
habitados por grupos indígenas
de cazadores y recolectores. Los más
importantes fueron los diaguitas y
los calchaquíes. Prueba de
su existencia en esta región
son los petroglifos (grabados en piedra
obtenidos por descascaramiento) y
las pictografías (escrituras
basadas en el dibujo de objetos).
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Se
cultiva principalmente trigo,
centeno, maíz, tomate,
maní y melón. |
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Hasta el afincamiento
definitivo de los colonizadores, hubo
sucesivas luchas entre los conquistadores
españoles y estos indígenas,
por la posesión de territorios,
por lo que se produjeron motines en
el período de 1630 a 1666.
El general Jerónimo Luis de
Cabrera fue quien cumplió la
última misión al fundar
ciudades en territorio calchaquí,
eligiendo la región occidental
del Ambato, pero otros españoles
prefirieron ir hacia la zona que ocupa
actualmente La Rioja o el Valle de
Catamarca, donde los indígenas
ofrecían menor resistencia.
Relieve, clima
e hidrografía
El suelo de esta
región presenta amplias zonas
elevadas y otras llanas: sierras y
planicies. Las sierras son bloques
montañosos que en su parte
superior tienen una configuración
redondeada. Son las llamadas pampas,
y se agrupan constituyendo cordones.
Las planicies se designan de diverso
modo: valles, bolsones y llanos intermontanos,
entre otros.
En esta región
de gran variedad geográfica
se destacan el Bolsón de Chilecito,
en el centro de La Rioja, que separa
las Sierras de Famatina y Velasco;
el Bolsón de Andalgalá
y el de Fiambalá, en Catamarca.
Además hay
salinas (pampas o planicies con algunas
elevaciones del terreno, cubiertas
por capas blancas de sodio mezclado
con sulfato de magnesio y cal), que
están presentes en las provincias
de Catamarca y La Rioja. Las más
importantes son las de Pipanaco, La
Antigua y Salinas Grandes. Las últimas
ocupan una superficie de 5.000 km2
y llegan también hasta la provincia
de Córdoba, donde además
se encuentra la laguna salitrosa de
Mar Chiquita.
El clima varía
según las características
topográficas de cada zona.
Existe el clima templado serrano,
con lluvias abundantes, en las Sierras
de Córdoba y San Luis. En las
zonas de bolsones, en cambio, el clima
es árido, con escasas precipitaciones.
La nivelación
del suelo y su capacidad de absorción
hacen que el agua de lluvia quede
en un mismo lugar, y no se genere
la evaporación, característica
a la que se suma la presencia de vientos
secos, como el Zonda, que acentúa
la aridez de la región.
El Noroeste tiene
una hidrografía muy pobre y
los ríos son de poco caudal.
Los de recorridos más importantes
se encuentran en la provincia de Córdoba.
El río Tercero, por ejemplo,
favorece la actividad económica
de la provincia porque su caudal es
utilizado para la energía eléctrica
o el riego; nace en la Sierra de Achala
y después de largo trayecto
desemboca en el Paraná con
el nombre de Carcarañá.
De todas las provincias
que integran la región, la
de Córdoba se ve beneficiada
por las especiales condiciones de
su geografía. Los ríos
interserranos son poco caudalosos,
irregulares por la topografía
de la región y cortos. Entre
éstos se encuentra el río
Abaucán, que en el límite
entre Catamarca y La Rioja recibe
el nombre de Salado o Colorado, y
el Calchaquí, en Tucumán.
Flora y fauna
La flora y la fauna
varían dentro de la región
según el clima, el suelo y
el régimen pluvial.
En las zonas áridas
viven zorros, alpacas, vicuñas
y guanacos. El pelaje de los tres
últimos se utiliza como lana
para la confección de tejidos
artesanales. La vegetación
es pobre, con predominio de tola,
pasto llareta y adaguas.
En las regiones
más húmedas se encuentran
llamas, liebres, pumas y gatos monteses
y abundan gramíneas y arbustos
como el retamo, la brea, el chañar
y el algarrobo. También es
posible el cultivo de diversas especies.
Recursos económicos
La economía
de la región se sustenta, fundamentalmente,
en la ganadería, la agricultura
y la minería.
La explotación
vacuna, equina y lanar son de importancia
en las provincias de La Rioja, Córdoba
y, en menor escala, en San Luis.
En lo relativo a
la agricultura, se practica el cultivo
de trigo, maíz, centeno, girasol,
zapallo, papa, cebolla, mijo, maní,
avena, cebada, tomate, melón
y sandía.
Los yacimientos
minerales constituyen una de las fuentes
de ingresos más relevante en
San Luis y en La Rioja. Fátima,
localidad de La Rioja, es rica en
metales, y cuenta con reservas de
oro, plata, níquel y cobre
en sus yacimientos. Por su parte Catamarca,
que ofrece dificultades para los cultivos,
cuenta con importantes riquezas minerales:
se encuentra estaño en Aconquija
y las Sierras de Ancasti, y en éstas
también abunda el hierro.
Entre las industrias
se destacan la alimenticia, vinícola,
textil, tabacalera y maderera. El
centro industrial más importante
está en la provincia de Córdoba,
donde en 1950 comenzaron a instalarse
las primeras industrias metalúrgicas
que han crecido desde entonces, llegando
en la actualidad a un gran desarrollo.
Aunque no llega
a ser una fuente de riqueza para la
región, el tejido manual realizado
con lana de vicuña, constituye
una artesanía típica
valorada por los turistas y sirve
como fuente de ingreso alternativa
para la subsistencia familiar.
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El zorro
gris es uno de los mayores cánidos
de Sudamérica. |
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