Se incrementan
las denuncias sobre drenajes clandestinos
en el sur provincial. Productores
afectados por el desvío indebido
de aguas temen más inundaciones.
Rufino. - Varios productores que
se consideran afectados por el desvío
indebido de aguas manifestaron su
preocupación porque esa situación
persiste y los pronósticos
de lluvia para agosto próximo
son cada vez más sombríos.
En especial, el anunciado retorno
del fenómeno climático
conocido como El Niño es una
espada de Damocles sobre las unidades
productivas, ya que en su paso anterior
anegó campos e inutilizó
cosechas. Y la existencia de canalizaciones
clandestinas potenciará el
exceso hídrico que se avecina,
según explicaron los dueños
de los campos perjudicados.
Angustiados e irónicos, acuñaron
una frase para describir la tensión
que produce la permanencia de los
canales truchos que drenan hacia el
casco urbano de Rufino: "Apunten
e inunden", graficó Marcelo
Chiappero ya que, en su opinión,
las obras clandestinas de desagüe
operan como "armas apuntadas
hacia la ciudad". Hacia el sector
norte señalan su evacuación
entre 10 y 20 kilómetros de
canales y más de dos mil hectáreas,
mientras que hacia el oeste encararían
unos cinco mil metros de canalización.
A más de un año de
haber presentado la situación
ante el Juzgado de Instrucción
de Rufino, Chiappero, que perdió
varias cosechas por anegamiento, siente
que la ciudad está apuntada
por todas estas obras irregulares
y advierte que el retorno de El Niño
presagia nuevas desventuras. "Todos
constataron que las obras existen,
pero no se hizo nada para clausurarlas,
incluso desoyendo la decisión
de la Justicia", comentó.
El hecho de que dichos conductos
estén todos en suelo santafesino
es un detalle insoslayable para el
productor. "El juzgado que entiende
en la causa, a cargo de Víctor
Pautasso, intimó en dos oportunidades
el cierre de obras ilegales, pero
sus propietarios no acataron esa disposición",
explicó Chiappero. "Apelaron
la medida ante la Cámara de
Venado Tuerto, por un incidente que
no tiene relevancia pero que ayuda
a configurar las clásicas chicanas
jurídicas", señaló
al tiempo que aclaró que mientras
esa instancia judicial no se expida,
las obras siguen activadas.
"Cuando lleguen las lluvias
provocadas por El Niño volverán
las inundaciones en el barrio al norte
de la zona urbana y se perderán
las cosechas, porque el drenaje clandestino
satura el escurrimiento que realiza
la ciudad a través de los canales
urbanos", describió.
Además, aseguró que
Hidráulica de la provincia
aconsejó la construcción
de laminadores para frenar el flujo
del agua que las obras truchas vuelcan
en los caminos. "De los cuatro
laminadores aconsejados, sólo
hay uno y medio", acotó
el productor.
Según Chiappero, el secretario
de Obras Públicas de Rufino,
Enrique Viglianco, no escucha sus
reclamos. "Cuando descubrieron
un canal clandestino en Córdoba
salieron a denunciarlo, pero no hacen
lo mismo con los que hicieron quienes
viven en Rufino; vaya uno a saber
por qué", ironizó.
Además, relató que
la misma Vialidad provincial no expidió
un informe sobre la verificación
de dichas obras, aun después
de haber realizado una inspección
junto al juez Pautasso.
"Nos sentimos víctimas
de una situación desesperante",
dijeron otros productores también
ubicados al norte y oeste de Rufino.
Insistieron en que en el sur provincial
hay una verdadera tela de araña
formada por los canales clandestinos
que tienen diferentes impactos; algunos
de ellos derivan hacia la laguna La
Picasa.
"Se podría haber solucionado
en parte el crecimiento de la laguna
si al menos se hubieran cortado esas
obras", remarcaron los afectados.
19 de julio de 2002
Fuente:
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