La decisión
se tomó tras la prohibición
de usar el relleno de Ricardone. Será
sólo hasta fin de mes, cuando
comience a taparse el predio en forma
definitiva, como lo exigió
la Justicia.
Después del fallo de la Secretaría
de Medio Ambiente de la provincia
que prohibió a la Municipalidad
depositar los residuos en Ricardone,
los camiones con las 400 toneladas
de basura que generan diariamente
los rosarinos volverán al relleno
sanitario de Puente Gallego. Mientras
tanto, en la Secretaría de
Servicios Públicos del municipio
se apuran las reuniones para ubicar
algún "terreno provincial"
alternativo, ya que una medida judicial
impide que el depósito Gallego
III siga funcionando después
del 16 de agosto.
Así lo anticipó ayer
el subsecretario de Servicios Públicos
de la Municipalidad, José Garibay.
"La única alternativa
que nos queda es llevar más
residuos al Gallego III. De todas
formas, esto no se prolongará
más que hasta fin de este mes
cuando abandonemos totalmente el lugar
y empiecen los trabajos para tapar
el relleno sanitario", sostuvo.
Mientras tanto, desde ese área
municipal se impulsan varias conversaciones
para tratar de lograr un acuerdo que
les posibilite conseguir otros terrenos.
"Estamos detrás de algunos
predios fuera de Rosario", anticipó
Garibay, pero no quiso extenderse
más sobre el tema hasta que
estas iniciativas se concreten.
La incógnita quizás
se devele pasado mañana, cuando
se realice una reunión con
la Comisión de Ecología
del Concejo Municipal, desde donde
ya partieron voces contrarias a que
se vuelva a utilizar el relleno sanitario
de Puente Gallego.
Sin salida
Sin embargo, para Garibay "por
ahora no existe otra salida"
diferente a volver a llevar los residuos
al depósito de la zona suroeste
de la ciudad.
Es que ayer por la mañana
el funcionario recibió la notificación
de la empresa Resicom, de Ricardone,
que le indicaba que en virtud de la
determinación de la Secretaría
de Medio Ambiente santafesina sólo
podrían recibir de Rosario
entre 30 y 40 toneladas de residuos
por día.
La posibilidad de depositar residuos
en Ricardone fue planteada como una
alternativa para descomprimir el relleno
de Puente Gallego, al que se estaban
llevando sólo unas 50 toneladas
de residuos diarias.
No obstante, esta no es la primera
vez que el organismo provincial interviene
en este tema, al punto que varias
veces desde la Municipalidad se denunció
el carácter político
de sus dictámenes.
El primer revés llegó
a principios del mes pasado, cuando
se rechazó el estudio de impacto
ambiental presentado por el municipio
para llevar la basura a un predio
de 72 hectáreas ubicado en
la comuna de Alvear, lindero a la
ruta 18 y cercano a la autopista a
Buenos Aires.
En esa oportunidad, el intendente
Hermes Binner cuestionó la
actitud de su par de Villa Gobernador
Gálvez, Pedro González,
a quien le achacó haber operado
para frenar la instalación
del relleno sanitario en una localidad
vecina como Alvear. Y, González
no tardó en responderle que
no iba a tolerar "el olor a bosta
y las moscas de la basura rosarina",
para luego agregar que "es fácil
tirar los residuos en el fondo de
la casa de otro".
Al mismo tiempo, la Secretaría
de Medio Ambiente de la provincia
también se encargo de bochar
la posibilidad de que Rosario utilice
un predio de Pérez, imponiéndole
un tope de 30 toneladas de residuos
diarias.
El mismo requisito, pero extendiéndolo
a 80 toneladas, dispuso para el relleno
de Ricardone, después de que
técnicos de la repartición
provincial dictaminaran que el predio
estaba "desbordado".
El resultado de la auditoría
cayó como un balde de agua
fría en la Intendencia. "El
relleno de Ricardone es impecable
y cumple con todos los requisitos
exigidos por la reglamentación
vigente. La provincia se pasó
de la raya", sostuvo el coordinador
general del gabinete, Miguel Lifschitz.
"Lo cierran o lo cerramos
los vecinos"
Los vecinos de Puente Gallego incrementarán
por estos días la vigilancia
en el Camino Viejo a Soldini para
verificar que no aparezcan los camiones
a descargar sobre el relleno, y pasado
mañana harán una avanzada
sobre el basural para dejar claro
que no están dispuestos a permitir
su reapertura. "O se cierra o
lo cerramos nosotros" advirtió
Juan González, uno de los habitantes.
Con él coincidió Graciela
Bordón, integrante de la mesa
abierta de vecinos, quien contó
que "prácticamente no
vienen camiones, y si vienen, lo advertimos.
El jueves vamos a estar allí
para que sepan que no queremos más
basura", adelantó. González
fue más allá al decir
que "se pedirá la renuncia
de José Garibay. Ese señor
fue quien nos desoyó y nos
dijo que íbamos a tener que
seguir conviviendo con el Gallego",
recordó. Por su parte, Susana
Sequeira, otra vecina del lugar, protestó
porque los representantes del municipio
y la provincia "se pelean entre
ellos, se hacen los Rambos, y somos
nosotros los que estamos en el medio.
Además, ¿desde cuándo
la provincia se preocupa tanto por
los rellenos? El de Villa Gobernador
Gálvez en un basural a cielo
abierto y no dicen nada. Ahora ponen
el grito en el cielo por Ricardone.
¿Se acordaron de que la basura
es un problema?" preguntó,
a modo de remate.
15 de Julio de 2003
Fuente:
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