El encuentro
que comienza este fin de semana en
Kyoto, Japón, ya es pura polémica.
Varias ONGs ven con pesimismo el foro
y acusan a corporaciones y gobiernos:
Ya tienen una posición
tomada que difícilmente cambien,
denuncian.
Distintas organizaciones no gubernamentales
y grupos civiles se preparan para
la dura "batalla" del III
Foro Mundial del Agua (http://www.worldwaterforum.org/).
No es una disputa menor teniendo en
cuenta el futuro de escasez de un
recurso que ya plantea un nuevo escenario
para la geopolítica mundial.
Según la UNESCO, dos millones
de niños mueren cada año
por falta de agua potable, y mil millones
de personas carecen de este recurso.
Visto de este modo y con un horizonte
que aparece como poco menos que trágico,
lo que está en juego es mucho.
Las críticas van desde una
supuesta falta de representatividad
del Consejo Mundial del Agua, al que
acusan de estar influenciado por una
membresía exclusiva de instituciones
financieras internacionales, grandes
corporaciones multinacionales y organizaciones
no gubernamentales ligadas a sus intereses
hasta una pretendida connivencia entre
gobiernos y sectores privados que
ven en el agua una mercancía
y no un derecho humano.
Así, un grupo de activistas
inspirados en el Foro Social Mundial
de Porto Alegre viene sosteniendo
junto a decenas de ONGs algunos postulados
básicos: Como el agua
pertenece al planeta y a todas sus
especies es un derecho humano inalienable
y una fideicomiso público que
debe ser protegido y fomentado por
todos los habitantes del mundo,
dicen, y listan una serie de premisas
que hacen a su axioma principal: El
agua no puede ser tratada como mercancía,
privatizada, comercializada o exportada
con ánimo de lucro... un futuro
con seguridad de agua no es compatible
con la agricultura industrial o con
el monopolio y control de los alimentos
y las semillas por un pequeño
número de corporaciones...
Así lo expresan en la declaración
de Porto Alegre y, oponiéndose
al 3er Foro Mundial del Agua que se
reúne en Kyoto, ya han anunciado
una serie de foros sociales
del agua en Florencia, Italia;
Sao Paulo, Brasil; Accra, Ghana; Ciudad
de Nueva York, EE.UU. Y Nueva Delhi,
India, en donde formarán una
coalición para alternativas
mundiales sobre el futuro del agua.
Por su parte, la organización
internacional Friends Of the Earth
(FOE http://www.foei.org/ ), que lucha
contra los efectos negativos de la
construcción de grandes presas
de agua en el mundo, no es nada optimista
con respecto al encuentro: Será
la primera vez que participemos, pero
me temo que las posturas de los Gobiernos
ya están fijadas y no cederán.
Debería ser un acontecimiento
más abierto", declaró
un portavoz de la FOE, que pide procedimientos
adecuados a la hora de construir presas
a gran escala.
"Las grandes presas han fragmentado
y transformado los ríos del
mundo, se calcula que entre 40 y 80
millones de personas han sido desplazadas
por su construcción",
revela un informe de la Comisión
Mundial de Presas (WCD- http://www.dams.org)
que destaca el alto precio a nivel
social y ambiental de estas construcciones,
promocionadas por décadas como
un importante medio para satisfacer
las necesidades hídricas y
energéticas, y también
como una inversión estratégica
a largo plazo capaz de generar beneficios
adicionales. "Actualmente, nosotros
presentamos a las instituciones internacionales
algunas propuestas alternativas a
las presas: otros sistemas de irrigación
y otras fuentes energéticas,
como la eólica", explicó
Friends of Earth. "Pero existen
muchos intereses", añadió.
En cambio, mucho más esperanzado
pero también más crítico
se mostró Peter McCully, director
de campaña de la organización
International Rivers Network (IRN),
recién llegado a Japón
para acudir al III Foro del Agua.
"La 'mafia' del agua se encontrará
con mucha resistencia, soy bastante
optimista al respecto", sentenció
a McCully. ¿A quién
se refiere con el término mafia?
Sin pelos en la lengua reconoce que
habla del Consejo Mundial del Agua
y otras instituciones oficiales, bancos
y entidades financieras, sin olvidar
a las agencias gubernamentales que,
en su opinión, "sólo
miran el dinero". McCully denunció
que una parte importante de la población
mundial no tiene acceso al agua de
forma adecuada, "y a menudo la
solución a este problema es
más sencillo de lo que dicen
las grandes instituciones". "Un
pequeño proyecto, una pequeña
presa puede bastar para remediar la
situación, para facilitar el
acceso al agua a una comunidad, pero
los beneficios también serían
pequeños, por lo que los proyectos
a pequeña escala no interesan
a la 'mafia' del agua", aseveró.
14 de marzo de 2003
Fuente:
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