Presentan informe
de situación de zonas inundadas.
Urge encarar obras hídricas.
Las últimas inundaciones y
las lluvias que, según se prevé,
seguirán azotando a toda la
Pampa Húmeda hasta el próximo
otoño, se convirtieron en una
amenaza constante para los productores
agropecuarios que claman a las autoridades
nacionales y provinciales por una
solución definitiva al problema.
Según estimaciones realizadas
mediante fotos satelitales, se calcula
que los efectos climáticos
producirán la pérdida
del 10 por ciento de la superficie
agrícola que tiene Santa Fe.
Mañana se conocerá en
Rosario el informe preliminar elaborado
por la comisión técnica
constituida por profesionales, presentación
a la que asistirán funcionarios
de Recursos Hídricos de la
Nación y de las provincias
afectadas por el desborde de La Picasa
y otras lagunas de la misma cuenca.
La lucha por la construcción
de obras hídricas que detengan
el embate del agua no es nueva pero
alcanzó una dimensión
mayor con los últimos anegamientos.
Una comisión constituida en
forma interdisciplinaria por representantes
del Centro de Ingenieros de Rosario,
las facultades de Ciencias Exactas,
Ingeniería y Agrimensura y
de Ciencias Agrarias de la Universidad
Nacional de Rosario (UNR) y productores
damnificados trabaja desde hace meses
en una solución integral al
drama por el que atraviesan los productores
rurales afincados en Córdoba,
Buenos Aires y Santa Fe. El primer
paso de ese trabajo se orientó
a diseñar un diagnóstico
multidimensional de las causas de
las inundaciones, además
de las transformaciones que
a nivel productivo, económico
y social se han dado en la cuenca
a partir de la convivencia con una
masa creciente de agua. Justamente,
mañana al mediodía se
desplegarán esos lineamientos
iniciales en el nuevo auditorio de
la Bolsa de Comercio de Rosario.
De acuerdo con las estimaciones efectuadas
a través de fotos satelitales,
en la provincia se perderá
el 10 por ciento correspondiente al
área destinada al agricultura,
lo que significa un total de 700.000
hectáreas. Para Esteban Hernández
quien es propietario de campos
ubicados en el departamento Garay
y miembro de la comisión
la falta de previsión
durante inundaciones anteriores provocó
una acumulación de dificultades
subsiguientes. Una metáfora
sobre ese concepto refiere al agua
acumulada en una vasta
superficie de la Pampa Húmeda,
completamente saturada
por lluvias que se suceden sin tregua.
Justamente, a principios de la década
del 90 comenzó un cambio importante
en el régimen lluvias de la
región central debido a cambios
climáticos locales y globales
generando mayores aportes a la cuenca
de La Picasa, un fenómeno que
se agudizó hace cinco años.
Además, obras realizadas en
otras provincias derivaron un caudal
adicional hacia la cuenca y acrecentaron
el problema.
Actualmente, la solución elegida
por el gobierno nacional se orienta
a evacuar el agua acumulada por el
arroyo Pavón, estrategia a
la que se sumó el grupo empresario
que lidera Dante Seta. También
desde Santa Fe se esbozaron otras
propuestas como realizar estaciones
de bombeo para sacar agua de la laguna
y volcarla hacia la cuenca de río
Salado de Buenos Aires que desemboca
en la bahía de Samborombón,
línea sostenida por la Universidad
Nacional del Litoral pero objetada
a nivel nacional.
Para el presidente del Centro de
Ingenieros de Rosario, Oscar Gennaro,
los fondos están en manos
de Recursos Hídricos de la
Nación. Se calcula que
las obras de canalización y
entubamiento de algunos sectores costarán
entre 60 y 70 millones y, según
indicó el profesional, con
viento a favor se puede pensar en
la conclusión de proyectos
y llamado a licitación para
el año próximo y en
la terminación de la obra recién
para fines del 2004.
6 de noviembre de
2002
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