Jefes comunales
y productores afectados criticaron
a funcionarios y técnicos por
la iniciativa del arroyo Pavón.
La jornada sobre la problemática
de la laguna La Picasa que se realizó
en la Bolsa de Comercio de Rosario,
fue el disparador de un nuevo cortocircuito
entre funcionarios provinciales y
productores acerca del proyecto oficial
para encontrar una solución
a la crisis hídrica que viene
arrasando una extensa zona del sur
santafesino.
Tanto presidentes comunales como
colonos coincidieron en que la reunión
no les sirvió como ámbito
para para exponer sus dudas e inquietudes.
"Sentimos que nos estaban vendiendo
la idea", comentaron sobre la
iniciativa para derivar el agua hacia
el río Paraná a través
del arroyo Pavón.
El presidente comunal de Hughes,
Rodolfo Bellomo, fue el principal
portavoz del descontento que desencadenó
un curioso sistema para presentar
las inquietudes por escrito, con nombre
y apellido y sin posibilidad de repreguntar,
dando la sensación de que no
era la mejor forma para analizar tan
grave problema.
El titular de la comuna de Aarón
Castellanos, Eduardo Salleras, fue
más allá de las quejas
y dijo que el sistema de preguntas
implementado habilitó a los
funcionarios a responder con evasivas.
"Es peligrosísimo para
la Argentina que sigan a cargo del
proyecto, sería mejor que se
dediquen a administrar comedores escolares",
acotó en clara alusión
a los funcionarios entre los cuales
se encontraban el director provincial
de Hidraúlica, Ricardo Fratti,
y representantes de la misma área
de Córdoba y Buenos Aires.
La reunión, de carácter
informativa, había sido convocada
por el Centro de Ingenieros, las facultades
de Ingeniería y Ciencias Agrarias
de Rosario, habiendo participado también
una comisión de productores
afectados. Si bien el tema convocante
fue el proyecto de desagote de la
laguna, el representante en Santa
Fe del Instituto Nacional del Agua,
Carlos Paoli, explicó que el
mismo estará listo recién
dentro de cinco meses.
Sin representación
"Fue una reunión informativa
y no me sentí representado
porque sentí que me estaban
vendiendo un proyecto ya hecho",
afirmó Fernando Escarrá,
productor rural de Alcorta. "No
entiendo el apuro que tienen ahora
cuando durante cinco años no
hicieron nada para contralar el problema
del agua", acotó sin dejar
de pasar por alto la presencia en
la reunión del ingeniero Dante
Seta, autor de un proyecto similar
también considerado inviable.
Escarrá sostuvo que la propuesta
del arroyo Pavón "es poco
viable porque representa repechar
una loma" y destacó que
una obra de esas características
"necesitará mucho control
y mantenimiento". Pero esa no
es la única duda del productor,
que también se interrogó
sobre una cuestión de fondo,
por qué Santa Fe aporta su
territorio para resolver el problema
cuando la crisis también la
provocan Buenos Aires y Córdoba,
estados donde la salida del agua no
está regulada ni fiscalizada.
Para Escarrá, otro de los
problemas soslayados en el encuentro
fue el social. "El agua no sólo
alteró la geografía
del lugar, también expulsó
a la mano de obra de los campos que
ahora están anegados. El proyecto
contempla bajar la cota de La Picasa,
si eso sucede perderán su sustento
quienes ahora se dedican a la pesca
para sobrevivir, ya que los campos
que supuestamente se recuperarían
recién estarían en condiciones
de producir después de diez
años de finalizada la obra",
explicó.
Carlos Paoli, Director del Centro
Regional Litoral, del Instituto Nacional
del Agua, y que tiene a su cargo la
responsabilidad de desarrollar el
proyecto del arroyo Pavón,
dijo que el mismo comprende obras
internas para su regulación
y sistematizar las aguas en las zonas
de aporte. Consultado sobre por qué
Santa Fe debe hacerse cargo del drenaje
de las aguas aportadas también
con otras provincias, dijo que "todo
depende la óptica con la que
se mire el problema, y acotó
que las características de
cuenca cerrada de La Picasa vuelve
difícil su solución".
Para el funcionario, la solución
no llega tarde y atribuyó la
dimensión que hoy tiene el
problema a al inusual régimen
de precipitaciones.
La situación empeoró
Jorge Furno, productor de Diego de
Alvear, que ya perdió dos mil
hectáreas, sostuvo que la situación
de anegamiento, lejos de revertirse,
empeoró. Además, dijo
que en ese distrito es constante el
aumento del nivel de las napas de
agua. "Ya se perdió el
alfalfa, porque el agua la pudre",
graficó y añadió
que si bien es cierto que el espejo
de agua de la laguna es de 42 mil
hectáreas, el contorno de anegamiento
eleva esa cifra a más de sesenta
mil.
9 de noviembre de
2002
Fuente:
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