Lo hizo el ministro
de Ciencias australiano. Anunció
que una empresa francesa procesará
los futuros elementos gastados del
reactor argentino. Y reafirmó
que se depositarán en territorio
australiano.
El ministro de Ciencia de Australia,
Peter McGauran, dio más garantías
al Gobierno y al Congreso sobre el
compromiso político y legal
australiano de quedarse en el futuro
con los elementos combustibles gastados
del reactor nuclear de investigación
que construye la empresa argentina
INVAP. Y, además, anunció
que incluyó en el contrato
con la empresa francesa COGEMA que
trata los elementos combustibles gastados
del viejo reactor británico
instalado en Australia y que está
a punto de ser dejado fuera de servicio
el tratamiento de los futuros elementos
gastados del reactor argentino.
El diputado radical Marcelo Stubrin
celebró ese anuncio de MacGauran
porque garantiza que esos elementos
equivalentes a 2 barriles de
200 litros por año no
vendrán, dentro de 15 años,
a ser procesados en la Argentina,
sino irán a Francia. En la
planta de INVAP en Bariloche, el reactor
argentino ya está construido
en un 22 por ciento y debe estar en
funcionamiento a fines del 2005 o
principios del 2006 en Australia.
McGauran, que se encuentra de visita,
ofreció esas seguridades al
canciller Carlos Ruckauf, al secretario
general de la Presidencia, Aníbal
Fernández y a miembros de las
comisiones de Relaciones Exteriores
y de Ciencia y Tecnología de
la Cámara de Diputados que
dentro de dos semanas, se estima,
votarán la ratificación
del convenio de cooperación
tecnológica con Australia,
que desde hace más de un año
bloquea Greenpeace. Un buen número
de diputados del PJ y la UCR están
a favor del convenio y varios del
ARI se oponen.
INVAP, una empresa estatal que pertenece
a la Comisión Nacional de Energía
Nuclear (CNEA) y a la provincia de
Río Negro, había ganado
en 1999 una licitación para
la construcción de un reactor
nuclear de investigación a
multinacionales de EE.UU., Francia
y Alemania. El contrato es por 180
millones de dólares y en el
proyecto trabajan 350 técnicos
y científicos argentinos.
Luego, el Gobierno aliancista firmó
un convenio de cooperación
nuclear con fines científicos
con el australiano que el Senado argentino
aprobó en el 2000, pero después
quedó empantanado por la oposición
de Greenpeace que sostiene que "viola
la Constitución Nacional"
y realiza escraches contra los diputados
que están a favor del convenio
que actúa como paraguas político
del acuerdo comercial entre INVAP
y la autoridad regulatoria nuclear
australiana.
- ¿Ministro, este convenio
que tiene que ratificar Diputados
permitiría de alguna forma
que la Argentina se convierta en un
basurero nuclear de Australia como
dice Greenpeace?.
(Con énfasis) No, de
ninguna forma. Si se da la poco probable
alternativa que los elementos combustibles
gastados del reactor dentro de 15
años no puedan ser tratados
en Francia como lo son ahora
los del reactor británico
y sean tratados en la Argentina, una
vez hecho ese procesamiento volverán
a Australia. Creemos firmemente que
cada país tiene que hacerse
responsable de sus desechos radiaactivos
y estamos obligados legalmente a cumplirlo.
Varios diputados argentinos
le preguntaron si el artículo
12 del convenio viola el artículo
41 de la Constitución Nacional
que prohíbe el ingreso de basura
nuclear...
Sí y les respondí
que no viola la Constitución
argentina porque los combustibles
gastados de un reactor, según
las convenciones internacionales,
no constituyen desechos radiactivos.
Además, es la opinión
jurídica que dio el Procurador
General en la Argentina. Y les dije
que me preocupa la campaña
de mala información y distorsión
que está ejerciendo Greenpeace.
Es un proceder típico de Greenpeace
sobre temas nucleares en todo el mundo.
Pero me espanta la feroz campaña
personal que ejercen aquí sobre
los legisladores que están
a favor del convenio. Todas las democracias
respetan la libertad de opinión
pero Greenpeace se ha pasado de la
raya, se abusa e intimida a los que
no piensan como ellos.
¿Qué importancia
tiene que el Congreso ratifique el
convenio, si no hay ya un acuerdo
comercial firmado con INVAP desde
hace dos años?
La máxima importancia
porque el proyecto de INVAP es la
mayor inversión de Australia
en tecnología y la mayor exportación
de tecnología argentina que
abrió los ojos del mundo a
la capacidad tecnológica de
la Argentina. Y, en concreto, porque
para nosotros significa la producción
de radioisópotos que son empleados
en diagnóstico y tratamiento
de cáncer, entre otros usos
medicinales. Como promedio todos los
australianos deberán recurrir,
una vez en su vida, a algún
procedimiento de la medicina nuclear.
La eventual ratificación
del convenio por parte del Congreso
¿va a facilitar la cooperación
bilateral?
Sería la chispa que
encendería la cooperación
tecnológica en muchos campos,
más allá de los que
ya existen por el proyecto del reactor
de investigación.
Pese a la crisis económica
y la campaña de Greenpeace
¿INVAP está cumpliendo
con el contrato?
Sí, está cumpliendo
fielmente todos los puntos del contrato
a tiempo y dentro del presupuesto.
Estamos más que satisfechos
con el desempeño de INVAP.
7 de setiembre de
2002
Fuente:
PÁGINAS
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