La profunda
crisis que vive hoy la Argentina parece
devorarse todo. Sólo existe
la coyuntura, lo urgente y lo acuciante,
señala el ingeniero Carlos
Merenson, secretario de Ambiente y
Desarrollo Sustentable y uno de los
integrantes de la delegación
argentina que, desde ayer, participa
de la Cumbre de las Naciones Unidas
para el Medio Ambiente y el Desarrollo
Sostenible que se lleva a cabo en
Johannesburgo, Sudáfrica.
Durante la décima edición
del encuentro, Merenson insistirá
ante sus pares en la importancia de
la temática ambiental incluso
en situaciones de urgencias económicas
y sociales como las que atraviesa
nuestro país.
La temática ambiental
es normalmente considerada carente
de prioridad, sin reparar en que ignorarla
puede agravar significativamente estas
urgencias, advirtió el
funcionario, que sin embargo reconoce
un gran avance en la conciencia
ambiental argentina desde la primera
cumbre, realizada en Río de
Janeiro en 1992.
Diez años después, durante
el encuentro que se desarrollará
hasta el 4 de septiembre, los delegados
de 189 países deberán
llegar a un acuerdo sobre un plan
de acción concreto, que vaya
más allá de las buenas
intenciones, para dar soluciones a
problemas como la pobreza, la sobrepesca,
el cambio climático, la deforestación
o la desertificación de los
suelos.
Una de las prioridades para la Argentina,
según Merenson, es la eliminación
de los subsidios agrícolas
del mundo desarrollado, que
multiplicarían por cuatro las
exportaciones agrícolas del
país.
Este compromiso aseguró
permitiría cumplir sin problemas
con las obligaciones internacionales
sin estar mendigando dinero por el
mundo, y además habría
recursos suficientes para financiar
el camino a la sustentabilidad.
Por otra parte, la consideración
exhaustiva de los temas ambientales,
según el funcionario, posibilitará
la puesta en marcha de acciones que
encierran al mismo tiempo la preservación
del ambiente y la satisfacción
simultánea de otras carencias
sociales, tales como la generación
de empleo, la promoción de
inversiones, el aumento de la actividad
económica y el incremento del
ingreso de divisas.
Para Merenson, la superación
de una crisis pasa por el aprovechamiento
cabal de las oportunidades emergentes
y, en ese sentido, cada sector del
quehacer nacional debe extremar la
búsqueda de iniciativas factibles
y comenzar a ponerlas en práctica.
Fuente: La Nación
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