Greenpeace dijo
que un funcionario australiano engaño
a diputados argentinos. Los ecologistas
aseguran que si se aprueba el acuerdo
la Argentina recibirá basura
nuclear, algo prohibido por la Constitución.
Los que están a favor dicen
que los desechos no son radiactivos.
Greenpeace acusó al ministro
australiano de Ciencias, Peter Mc
Gauran, de usar "información
engañosa" frente a los
diputados argentinos en su encuentro
del jueves pasado. Los ambientalistas
sostienen que los "combustibles
nucleares gastados" sí
son residuos radiactivos. Una diferencia
que no es sólo una disputa
por las palabras y sus referentes.
El ministro australiano visitó
la semana pasada a las comisiones
de Relaciones exteriores y Culto y
la de Energía y Combustible
de la Cámara de Diputados.
Allí, los legisladores están
tratando la ratificación de
un acuerdo de cooperación entre
la Argentina y Australia, que los
gobiernos de ambos países ya
firmaron en agosto de 2001. Un año
antes, la empresa estatal INVAP había
ganado una licitación para
construirle un nuevo reactor a Australia.
Para Greenpeace, "el acuerdo
de cooperación se llevó
al Congreso, cuando los australianos
pidieron un apoyo mayor al contrato
privado, que incluye la posibilidad
de que la Argentina reciba residuos
radiactivos en su territorio para
acondicionarlos", según
dijo Juan Carlos Villalonga.
¿Residuos radiactivos o combustibles
nucleares desgastados? Esa es la cuestión.
Según la definición
que cada uno adopte, se puede estar
en regla o no con la Constitución
Nacional. En ella se dice explícitamente
que está prohibido la importación
de residuos radiactivos. Así,
cada actor tiene su posición,
en una contienda en la que están
en juego más de 180 millones
de dólares el costo del
reactor. Y, para los ambientalistas,
la salud de la gente.
Dijo el diputado radical Luis Romero
Molinari, secretario de la comisión
de relaciones exteriores: "No
creo que el ministro australiano haya
pretendido engañarnos. El ya
tomó partido y sostiene que
los combustibles nucleares gastados
no son residuos radiactivos. Se trata
de una discusión técnica
aún no saldada". Romero
Molinari anticipó que él,
como otros diputados, no dará
el sí para la ratificación
del acuerdo de cooperación.
"Simplemente, porque es anticonstitucional",
dijo.
En cambio, el diputado cavallista
José Luis Fernández
Valloni, reconoció que "el
acuerdo de cooperación entre
los estados le dará un apoyo
político al contrato privado
ganado por licitación por INVAP".
Y agregó: "Se trata de
combustibles gastados, que llegado
el caso la Argentina podría
tratar así como lo tendrá
que hacer con los residuos que ya
están generando sus propias
centrales nucleares".
Algo similar dijo el gerente general
de INVAP, Héctor Otheguy: "Australia
ya tiene establecido que mandará
los combustibles nucleares gastados
a Francia, una vez que disponga del
reactor que nosotros le vamos a construir.
Pero, como alternativa si eso no se
llega a dar, el reprocesamiento del
material estaría a cargo de
la Argentina, que no necesariamente
lo tiene que reprocesar aquí.
Además, no se tratarían
de residuos radiactivos, ya que serían
elementos reutilizables. No creo que
el ministro haya engañado a
los diputados".
Sin embargo, Greenpeace sostiene
que el ministro les dio a los diputados
una definición que no es la
que utiliza en Australia la autoridad
regulatoria nuclear.
11 de setiembre de
2002
Fuente:
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