Es un nuevo dinosaurio,
el más grande del triásico.
Su dentadura es la de mayor número
de piezas de todos los dinosaurios
carnívoros descubiertos hasta
ahora. Hoy se anuncia su descripción
en el Museo de La Rioja.
Era como un diablo de paso veloz,
que corría detrás de
sus presas por las quebradas de La
Rioja. Para todo aquel desafortunado
que se haya cruzado en su camino,
la extraña cresta sobre su
hocico y el centenar de pequeños
y filosos dientes que poblaban sus
temibles fauces no podían pasar
inadvertidos.
A la hora de ponerle un nombre, los
paleontólogos se inclinaron
por Zupaysaurus. "Zupay es una
palabra quechua que significa diablo
o demonio y que se ajusta muy bien
a este dinosaurio de aspecto realmente
feroz", dijo Andrea Arcucci,
profesora de la Universidad Nacional
de San Luis, que participó
del estudio de los restos fósiles
del animal hallados en 1996 en la
riojana Quebrada de los Jachaleros.
Hoy, en el Museo de Ciencias Naturales
de la Universidad Nacional de La Rioja,
Arcucci y su colega Rodolfo Coria
comandarán la presentación
en sociedad del Zupaysaurus rougieri,
que habitó parte del noroeste
argentino hace 220 millones de años.
En la ceremonia se devolverán
al museo los restos fósiles
tomados en préstamo para su
estudio, cuyos resultados se publican
en el último número
de la revista especializada Ameghiniana.
Este nuevo dinosaurio argentino presenta
varios detalles atractivos para los
amantes de los récords: "Es
el dinosaurio carnívoro más
grande del triásico y además
ostenta el mayor número de
dientes registrado para un dinosaurio
carnívoro", apuntó
Coria, director del Museo Carmen Funes
de Plaza Huincul, Neuquén.
La extensa y amenazante sonrisa del
Zupaysaurus es un detalle que ha concentrado
la atención de los paleontólogos.
"Desde un punto de vista evolutivo
se lo considera un carácter
primitivo, mientras que el resto del
animal presenta caracteres más
derivados o modernos que los del resto
de los dinosaurios carnívoros
que vivieron en la misma época",
señaló Coria.
¿Un ejemplo que hable de su
afán de modernidad? Su tobillo,
responde el paleontólogo.
"Está a mitad de camino
entre los dinosaurios primitivos como
el Herrerasaurus y los más
modernos como el Alosaurus . Justamente,
la familia a la que pertenece está
constituida por dinosaurios que se
especializaron en la locomoción,
pudiendo desarrollar la velocidad
de un caballo."
Con sus rasgos modernos, el aún
primitivo Zupaysaurus puede ser considerado
el primer tetanuro, familia que incluyó
a dinosaurios carnívoros típicos
del jurásico (período
posterior al triásico superior,
al que pertenece esta suerte de diablo)
y que llega hasta nuestros días
a través de sus lejanos descendientes:
las aves.
Cambio de pensamiento
Pero que el tataratatarabuelo de
todos los tetanuros haya asomado su
hocico en el triásico propone
todo un cambio de pensamiento para
la paleontología.
"Su descubrimiento tira hacia
atrás en el tiempo la aparición
sobre la Tierra de los tetanuros -explicó
Coria-. Esto, a su vez, implica tirar
hacia atrás también
la aparición de otras formas,
como los terópodos o los saurópodos,
que podrían haberse originado
antes de lo que se piensa, pues se
necesita mucho tiempo de evolución
para pasar de una formas a otras."
Por otro lado, el Zupaysaurus constituye
un elemento que permite comenzar a
llenar un vacío en la evolución
de los dinosaurios argentinos. "Si
bien en el resto del mundo la fauna
del triásico superior está
muy bien representada por los distintos
hallazgos realizados, en la región
había un vacío muy grande",
explicó Arcucci.
"Era como tener una novela en
la que se pueden leer los capítulos
iniciales y el final, pero faltan
las páginas del medio",
agregó.
Con su temible sonrisa y su andar
veloz, el Zupaysaurus es justamente
eso: una página arrancada,
pero finalmente rescatada, de la mitad
del libro de la fauna prehistórica
argentina.
11 de julio de 2003
Fuente:
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