El calentamiento
terrestre está obligando
a las especies de todo el mundo,
desde las estrellas de mar de
California hasta las hierbas
de los Alpes, a trasladarse
a nuevos ámbitos o modificar
hábitos de un modo que
podría desorganizar los
ecosistemas, dicen dos grupos
de investigadores.
Ambos estudios,
realizados por equipos de la
Universidad de Texas, Wesleyan,
Stanford y otras instituciones,
han sido publicados en el último
número de la revista
Nature y, según los especialistas,
presentan la más clara
imagen que se haya visto de
un mundo biológico obligado
a un cambio continuo y cada
vez más veloz a causa
del calentamiento que, al menos
en parte, provoca la actividad
humana.
Las plantas
y los animales siempre han tenido
que adaptarse a los cambios
climáticos. Pero el clima
está cambiando más
rápido ahora que en los
últimos milenios, y muchos
científicos atribuyen
este ritmo a las crecientes
concentraciones de gases de
efecto invernadero.
En algunos
casos, el hábitat de
las especies se trasladó
100 kilómetros o más
en las últimas décadas,
en general hacia los polos.
En otros, el momento de la postura
de huevos y las migraciones
se ha adelantado varias semanas,
dando lugar a la posibilidad
de que las especies se separen
de sus fuentes de alimento.
El Dr. Richard
P. Alley, experto en cambios
climáticos pasados que
enseña en la Pennsylvania
State University, destacó
que el clima había cambiado
más abruptamente en algunas
ocasiones desde la última
era glacial y que la naturaleza
se había modificado en
consonancia. El especialista
atribuyó particular importancia
a la probabilidad de que los
animales y las plantas que dependen
unos de otros migrarán
a diferente ritmo. Con referencia
a las especies afectadas, dijo:
"Tendrán que cambiar
lo que comen, comer menos cosas
o viajar más lejos para
alimentarse." El resultado
en las próximas décadas
podría ser una considerable
desorganización ecológica,
pérdidas locales de vida
silvestre y extinción
de algunas especies.
Los autores
de uno de los trabajos publicados
en Nature, Camille Parmesan,
bióloga de la Universidad
de Texas, y Gary Yohe, economista
de la Wesleyan Univer sity,
calcularon que muchos cambios
ecológicos medidos en
las últimas décadas
tenían una probabilidad
del 95% de ser resultado del
calentamiento.
En Europa,
algunas mariposas se han trasladado
hacia el norte de 50 a 100 kilómetros
o más, y estos cambios
están en estrecha conjunción
con los ocurridos en las temperaturas
de la estación cálida,
dijo la doctora Parmesan. De
acuerdo con su investigación,
el hábitat de las especies
tiende a trasladarse hacia los
polos a razón de 6,5
kilómetros por década
y acontecimientos primaverales
como la postura de huevos o
el florecimiento de los árboles
se adelantan 2,3 días
por década.
Los autores
de ambos estudios señalaron
que las proyecciones de calentamiento
terrestre para 2100 oscilaban
entre los 2,5 y los 10 grados
por encima de los niveles actuales,
si seguían creciendo
las concentraciones de dióxido
de carbono y otros gases, que
emanan sobre todo de las chimeneas
y los caños de escape.
Los dos equipos
de investigadores utilizaron
métodos estadísticos
diferentes para analizar los
datos de cientos de especies,
pero ambos descubrieron una
clara incidencia ecológica
del aumento de las temperaturas
y destacaron que los efectos
de otras acciones humanas, como
la expansión urbana y
la introducción de especies
invasivas, podían amplificar
enormemente el impacto del cambio
climático.
El doctor
Alley señaló que
los estudios subrayaban la importancia
de profundizar las investigaciones
para anticipar los perjuicios
inminentes e idear formas de
mantener la diversidad biológica,
por ejemplo a través
de "corredores verdes de
vida silvestre" que conectarán
entre sí zonas adyacentes
de hábitat.
4 de enero de
2003
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