¿Cuáles
son los objetivos de la cumbre de
Sudáfrica?
Fundamentalmente
reducir la pobreza a través
del desarrollo sustentable. Más
concretamente, disminuir, para 2015,
de 2000 a 1000 millones la cantidad
de personas que no tienen acceso a
condiciones adecuadas de sanidad para
lograr que las regiones en las que
habitan crezcan. Es decir: sus objetivos
son tanto económicos y sociales
como ecológicos.
¿Qué
es el desarrollo sustentable?
El concepto,
establecido como slogan de la cumbre
de Río, en 1992, intenta reconciliar
el crecimiento económico, sobre
todo de las naciones menos desarrolladas,
con la preservación y regeneración
de los recursos naturales para lograr
crecimiento social e integración
de los países ricos y pobres
a largo plazo, sin poner en peligro
el medio ambiente.
¿Qué
se logró en Río?
Sus críticos
la describieron como un gran fracaso
en el que se hicieron sólo
promesas sobre desarrollo sustentable;
sus defensores afirman que sirvió
para sentar parámetros de protección
ambiental que cimentaron el acuerdo
de Kyoto. Lo cierto es que las ambiciosas
medidas de la primera cumbre de desarrollo
aún no lograron reducir la
pobreza.
¿Qué
buscan los países en desarrollo?
Piden más
asistencia financiera para proteger
el medio ambiente y una mayor liberalización
en el comercio mundial: más
acceso a mercados y menos subsidios
al agro en las naciones más
ricas, que, alegan, impiden el desarrollo
de sus economías y, por eso,
alientan la desprotección de
la naturaleza. Y reclaman que las
naciones ricas destinen el 0,7% de
su PBI para ayuda para el desarrollo.
¿Y
los países desarrollados?
Casi ninguno
está dispuesto a conceder esa
proporción de su PBI y además
exigen que los países pobres
ataquen la corrupción de sus
gobiernos antes de recibir más
asistencia. Además buscan la
liberalización del comercio
de servicios en los países
pobres.
¿Cuáles
son las probabilidades de éxito
de la cumbre?
Las bases
del texto final ya están acordadas;
queda achicar las diferencias de exigencias
entre las naciones ricas y pobres.
Sin embargo, son pocos los que creen
que esta cumbre pueda seguir un camino
diferente del de la de Río.
Una cumbre sin
igual
La mayor jamás
realizada: al menos 185 países,
20 organismos de la ONU y centenares
de ONG estarán presentes en
la cumbre a través de 65.000
delegados. Semejante despliegue les
costará a la ONU y a Sudáfrica
40 millones de dólares.
El show de jefes
de Estado: por su dimensión,
la prensa internacional no dudó
en describir la cumbre como un gran
espectáculo, al que pocos jefes
de Estado y de gobierno quieren faltar.
Más de 100 de ellos se reunirán
el próximo lunes en Johannesburgo
para firmar la declaración
final y adoptar el plan de acción
con las medidas concretas sobre desarrollo
sustentable.
Los empresarios,
presente: los delegados de los países
y los manifestantes antiglobalización,
que buscarán discutir sobre
cómo las grandes corporaciones
dañan el medio ambiente, compartirán
la cumbre con inusuales protagonistas:
los representantes de empresas como
McDonalds, Nike, Nestle y British
America Tobacco, presentes por primera
vez.
El foro alternativo:
a 30 kilómetros de Sandton,
el lujoso barrio donde se desarrolla
la cumbre, 15.000 personas se reunieron
para dar forma a una reunión
paralela y el sábado protagonizarán
una marcha.
Un texto final casi
listo: el 73% del texto del plan de
acción final ya fue acordado
en una reunión, en junio, en
Indonesia, pero aún quedan
numerosos puntos en blanco, que de
no ser resueltos pueden significar
el fracaso de la cumbre.
27 de agosto de 2002
Fuente:
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