Su delegada afirmó
que es el país líder
mundial en desarrollo sustentable.
La cumbre sudafricana fue una vez
más escenario de las disputas
con los países en desarrollo.
La UE también se diferenció
de Washington y pidió fijar
acuerdos multilaterales.
JOHANNESBURGO.-
Saliendo al cruce de las críticas
por sus políticas medioambientales
y rechazando las acusaciones de ser
instrumento de las grandes empresas
en todo el mundo, Estados Unidos se
autoproclamó ayer como el líder
mundial del desarrollo sustentable
y profundizó su controversia
con los países en desarrollo
desatada desde el inicio de la Cumbre
de la Tierra en esta ciudad.
En una férrea
defensa de las políticas estadounidenses,
la representante norteamericana en
esta reunión, Paula Dobriansky,
dijo que "Estados Unidos es el
campeón mundial del desarrollo
sostenible" mientras representantes
de América latina insistieron
en impulsar nuevas reglas para proteger
la energía y hacer más
equitativo el comercio internacional.
Pese a los dichos,
la declaración norteamericana
chocó frontalmente con la ausencia
del presidente George W. Bush en la
cumbre organizada por las Naciones
Unidas (ONU); con el nivel de su ayuda
pública al desarrollo (0,11%
de su producto interno bruto (PIB),
frente al 0,7% del PIB previsto desde
1969), y con la negativa a ratificar
el protocolo de Kyoto (1997) sobre
control de las emisiones de gases
contaminantes.
En su intervención,
los representantes estadounidenses
reiteraron que no son partidarios
de compromisos multilaterales como
los que se impulsan para aliviar la
pobreza, para llevar agua potable
a los 1100 millones de personas que
carecen de ella, o para luchar contra
la deforestación. Pero insistieron
en que sí están dispuestos
a llevar a cabo iniciativas particulares
de cooperación.
En su ofensiva,
Estados Unidos anunció ayer
cinco proyectos millonarios que serán
desarrollados desde el año
próximo con inversiones privadas
y públicas destinados a canalización
del agua, acceso a la energía,
lucha contra el hambre en Africa,
protección de las selvas del
Congo y lucha contra el sida, tuberculosis
y paludismo.
Las iniciativas
fueron rechazadas por activistas,
ambientalistas y legisladores demócratas
que denunciaron que no se trata de
fondos nuevos y que además
involucran alianzas con corporaciones
que se beneficiarían en mayor
medida que los millones de pobres
de Africa, Asia y América latina.
"Esto es parte
de ser la nación más
poderosa del planeta", dijo Andrew
Natsios, director del organismo de
asistencia del gobierno de Bush.
La postura estadounidense
de rechazar acuerdos multilaterales
puso además al descubierto
una vez más las diferencias
con la Unión Europea (UE),
propensa a suscribir compromisos amplios
para dirigir mejor el proceso de globalización.
En respuesta a la
posición norteamericana el
ministro danés de Medio Ambiente,
Hans Schmidt, en nombre de la presidencia
de turno de la UE, dijo que "las
asociaciones nunca deberían
ser una excusa para evitar declaraciones
de compromiso de los gobiernos".
Autorizan manifestaciones
Rodeado de un impresionante
despliegue policial, el centro de
convenciones de Sandton -el más
lujoso de Africa en una exclusiva
zona residencial- será mañana
el destino de multitudinarias manifestaciones
que el gobierno local autorizó
pese al temor inicial que generaban
las protestas . "Los manifestantes
quieren subrayar el simbolismo de
los dos mundos: la pobreza en Alexandria
-un barrio vecino a la convención-
y la opulencia de Sandton", dijo
el ministro sudafricano de Seguridad,
Charles Nakula.
A las marchas se
unirán unos 8000 Sin Tierra
sudafricanos y latinoamericanos, cientos
de ONG y grupos antiglobalización.
Mientras tanto,
en los pasillos del centro de convenciones
Sandton, los negociadores latinoamericanos
se felicitaban por el apoyo creciente
que recibe su propuesta de energía
renovable, sobre todo por parte de
organizaciones ecologistas y en el
grupo de los 77 (países en
vías de desarrollo).
El objetivo brasileño,
que se convirtió desde hace
semanas en la propuesta del bloque
latinoamericano y caribeño,
especifica que un 10% de la energía
debe proceder de nuevas fuentes renovables
hasta 2010. Actualmente, las nuevas
fuentes de energía renovables
equivalen actualmente a un 2,2% del
total en todo el mundo. Si se suman
las grandes represas llega al 4,4%.
La pequeña
victoria latinoamericana en el ámbito
energético contrasta con la
falta de resultados en lo referente
a la reducción de subsidios
o la apertura de los mercados de los
países industrializados, sin
duda las cuestiones más arduas
y polémicas de esta reunión
internacional.
Subsidios agrícolas
El secretario de
Ambiente y Desarrollo Sustentable
de la Argentina, Carlos Merenson,
afirmó ayer, al referirse a
los subsidios agrícolas que
aplican los países desarrollados,
que en Johannesburgo se han registrado
avances, ya que "hace algunos
años (el tema) no era ni siquiera
tomado en cuenta, y hoy ha pasado
a ser uno de los centros de discusión".
El funcionario argentino señaló
que con respecto a la ayuda para los
países en desarrollo y a su
deuda "hay avances concretos,
pero todavía no existe un consenso".
30 de agosto de 2002
Fuente:
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