En un revés
para los ambientalistas, los delegados
que asisten a la Cumbre de Desarrollo
Sostenible en Johannesburgo se pusieron
de acuerdo ayer sobre la necesidad
de aumentar las fuentes de energía
renovable sin fijar metas ni cronogramas
concretos. Grupos ecologistas calificaron
el acuerdo alcanzado como una victoria
para los intereses de la industria
de combustible fósil que promueven
Estados Unidos y la Organización
de Países Exportadores de Petróleo
(Opep).
Previamente, la
Unión Europea (UE) había
propuesto fijar que en 2010 el mundo
satisfaga el 15 por ciento de sus
necesidades energéticas por
medio de fuentes de energía
alternativas, como la energía
solar, eólica y geotermal.
Según el texto aprobado ayer,
los países deben diversificar
sus fuentes de energía con
"tecnologías de combustible
fósil y tecnologías
de energía renovable, incluyendo
la hídrica", en referencia
a las represas hidroeléctricas.
"No hay nada
aquí sobre un plan de acción
para los pobres, con el fin de ayudar
a los entre 1.500 y 2.000 millones
de personas que actualmente no tienen
acceso a la energía",
sostuvo Steve Sawyer, director de
Greenpeace.
En cambio, las familias
del tercer mundo seguirán "sufriendo
la polución en el interior
de sus hogares" y las mujeres
tendrán que seguir juntando
leña y bosta seca como combustible,
dijo Sawyer. "La administración
Bush vino aquí para llevar
todo al mínimo denominador
común", dijeron Greenpeace,
el Fondo Mundial para la Naturaleza
y Amigos de la Tierra.
3 de setiembre de
2002
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