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Miles
de estudiantes gallegos
formaron ayer una cadena
humana en Muxía para
protestar contra la marea
negra provocada por el Prestige. |
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SANTIAGO. La Consejería de Educación
de la Xunta de Galicia cifró
ayer en unos 55.000 el número
de alumnos de secundaria de la Comunidad
que se concentraron para formar una
"cadena humana" en la Costa
de la Muerte -entre Laxe y Muxía-
y en diversos actos de protesta organizados
por la cuestionada plataforma "Nunca
Mais" en diversos puntos de la
Comunidad.
Los alumnos, que llegaron de todos
los puntos de la geografía
gallega acompañados por más
de 3.000 profesores de los diferentes
centros de enseñanza, hicieron
la ola, cantaron, formaron la palabra
"Vida" en la playa de Traba,
y entonaron gritos de protesta contra
la actuación de las administraciones
central y autonómica ante la
catástrofe provocada por la
marea negra, y de apoyo a los voluntarios
que colaboran en la limpieza de playas
y acantilados.
Aunque la protesta estuvo acompañada
por el sol, las secuelas del temporal
de los últimos días
siguieron haciendo estragos en el
litoral gallego. Ayer amanecieron
teñidas del negro color del
chapapote 35 playas de la provincia
de La Coruña, singularmente
en la ya castigada Costa de la Muerte,
en localidades como Muxía -la
"zona cero" del desastre,
y Carnota- aunque el tamaño
y la densidad de las manchas de fuel
ha experimentado una esperanzadora
disminución respecto a las
gigantescas concentraciones que asolaron
el litoral desde el hundimiento del
petrolero.
Cerca de 5.000 personas -técnicos,
militares y voluntarios- reanudaron
ayer su cotidiana lucha contra el
hidrocarburo en tierra, mientras el
Instituto Francés de Investigación
para la Explotación del Mar,
propietario del batiscafo "Nautile",
informaba de que está previsto
que a finales del próximo mes
de febrero el minisubmarino termine
de taponar todas las grietas del "Prestige"
en su lecho en el fondo del mar, a
250 kilómetros de distancia
de la costa gallega.
Un portavoz del instituto aseguró
que los tanques del petrolero, que
está a 3.500 metros de profundidad,
"no corren ningún riesgo
de abrirse, de corrosión o
de desplazarse". Una buena noticia,
que se suma a la del encuentro mañana
del consejero de Pesca del Gobierno
gallego, Enrique López Veiga,
con las cofradías para estudiar
la reapertura a la pesca de algunas
zonas del litoral en las que estaba
prohibido faenar, "en los próximos
días".
El objetivo del Ejecutivo autónomo
es "ir pensando en un plan de
aperturas inteligente, que podamos
poner en marcha de manera racional,
gradual y consensuada entre todos",
según el departamento de Pesca
de la Xunta, que insistió en
que la calidad de los productos pesqueros
gallegos que llegan al mercado está
plenamente garantizado.
Por otra parte, la empresa pública
Tragsa anunció que hasta ayer
había repartido ya 442.331
equipos de protección individual,
casi 80.000 herramientas y 15.000
contenedores entre los equipos que
trabajan en la limpieza del litoral,
así como 509 vehículos
en Galicia, que se suman a los 53
utilizados en Asturias, 18 en Cantabria
y 22 en el País Vasco, las
otras tres comunidades afectadas por
la marea negra que también
alcanzó la costa francesa.
23 de enero de 2003
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