Los efectos del
vertido del Prestige aún siguen
presentes cuando se cumplen seis meses
de la catástrofe ecológica.
Muchas áreas de costa --unas
250 playas-- continúan contaminadas,
mientras el petrolero hundido sigue
vertiendo unas dos toneladas de fuel
al día y el Gobierno se esfuerza
en dar una sensación de "falsa
normalidad". Éste es el
diagnóstico efectuado por la
organización ecologista Greenpeace
en un informe dado a conocer ayer.
Según Greenpeace, además,
ninguna de las medidas que se han
tomado garantiza que no se puede repetir
la tragedia. El PSOE, que ayer presentó
160 preguntas escritas al Congreso
sobre la catástrofe, coincide
en ese diagnóstico. Los socialistas
reiteraron también la petición
de una comisión de investigación.
El vicepresidente primero del Gobierno,
Mariano Rajoy, habló ayer en
Vigo de que "sólo quedan
restos de combustible en las rocas
de algunas playas", entre ellas
"tres o cuatro" de la Costa
de la Muerte. También reiteró
que el próximo 1 de junio la
costa estará ya completamente
limpia, en lo que definió como
"un mensaje de optimismo".
13 de mayo de 2003
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